Melbourne. El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, se encontraba nuevamente detenido este sábado en Australia después de que las autoridades cancelaron por segunda vez su visado por no estar vacunado contra el covid-19, según documentos judiciales.
Las autoridades del país argumentaron que la presencia del tenista serbio “puede alentar el sentimiento antivacunas” y solicitaron su expulsión, de acuerdo con el escrito entregado a la justicia que examina el caso.
El gobierno canceló el viernes por segunda vez su visado, pero no procedieron a su expulsión inmediata a la espera de que la justicia se pronuncie sobre el recurso presentado por los abogados del tenista.
La insistencia de Djokovic por jugar en el Abierto de Australia pese a no estar vacunado llegó este sábado (tiempo de Melbourne, 11 horas más que el centro de México)a un tribunal superior, que analizará la apelación del tenista contra la segunda cancelación de su visa. Los argumentos orales en el caso de Nole se escucharán en la corte mañana.
No fue posible ver a Djokovic en el video de la audiencia transmi-tida al público por Internet, apenas dos días antes de la fecha en que el deportista serbio, número uno del escalafón mundial, debe disputar su primer partido de 2022 en el Melbourne Park.
Ayer, el ministro de Migración, Alex Hawke, invalidó la visa del tenista de 34 años, la cual fue revocada inicialmente la semana anterior, cuando Djokovic aterrizó en un aeropuerto de Melbourne.
Por formalismos en el procedimiento, un juez restituyó la visa el lunes, dado que el serbio no contaba con un abogado en el aeropuerto.
El viernes, al analizarse su nueva apelación, Djokovic tenía permiso de mantenerse en libertad. Sin embargo, el plan apuntaba a que el balcánico regresara en términos efectivos al centro de detenciones por asuntos migratorios después de reunirse con funcionarios de la Fuerza Fronteriza de Australia, a las 8 de la mañana, en un lugar no revelado.
Una deportación de Australia inhabilitaría a Djokovic para volver por tres años. Sin embargo, esa sanción podría revocarse dependiendo de las circunstancias.
Nole es el máximo ganador en el Abierto de Australia, con nueve campeonatos, incluidos los últimos tres. Ha conseguido 20 títulos en torneos del Grand Slam, por lo que está igualado con Rafael Nadal y Roger Federer como los máximos monarcas en las grandes citas del circuito masculino en la historia.
Aunque Djokovic no será expulsado hasta que se examine su recurso, la situación sigue siendo muy tensa. Los representantes del jugador pidieron que pueda seguir en libertad, a la espera del desenlace del proceso.
Pero esta saga judicial puede alargarse todavía más, luego de que el juez Antony Kelly del estado de Victoria, se declaró incompeten-te y derivara el caso ante la justicia federal del país.
“Los australianos han hecho muchos sacrificios durante esta pandemia y esperan, como es lógico, que el resultado de estas acciones sea protegida”, insistió el primer ministro Scott Morrison, al frente de uno de los países que ha aplicado las restricciones más severas del mundo para frenar la propagación del covid-19.
Hace 10 días, Djokovic viajó a Australia tras haber obtenido una exención de vacunación de los organizadores del torneo por haber dado positivo a covid-19 a mediados de diciembre.
Sin embargo, a su llegada al país, las autoridades fronterizas no consideraron que una infección reciente justificara una excepción y anularon el visado de Djokovic y lo enviaron a un centro de detención de migrantes.
El tenista estuvo allí encerrado hasta el lunes, cuando sus abogados consiguieron que un juez lo dejara en libertad por un error de procedimiento durante su interrogatorio en el aeropuerto de Melbourne.
Desde entonces, Djokovic se entrenaba con normalidad en las instalaciones del Abierto de Australia, que el jueves lo incluyó como primera cabeza de serie en el sor-teo del cuadro.
Nole reconoció “errores” en medio de la polémica, al declarar a las autoridades migratorias que no viajó a ningún otro país, cuando sí visitó España, pero alegó que el documento fue rellenado por un miembro de su equipo.
También admitió haberse equivocado al reunirse con un periodista del diario francés L'Equipe el 18 de diciembre, aun sabiendo que estaba infectado por coronavirus.
El caso del tenista ha acentuado la presión sobre el gobierno conservador de Morrison, que se enfrenta a unas elecciones generales en mayo.