Las autoridades de Windsor-Essex, Ontario, Canadá, suspendieron ayer el ingreso de trabajadores agrícolas mexicanos al condado ante el incremento de contagios por la variante ómicron.
La medida, que mantiene a alrededor de 300 trabajadores mexicanos en aislamiento, fue dada a conocer en una carta hecha llegar a los empleadores, la cual establece que las granjas e invernaderos de la región eviten la llegada de jornaleros del 13 de enero al 1º de febrero.
En el documento se señala que la unidad de salud local está experimentando un número importante de brotes en las empresas agrícolas, y que los afectados requieren autoaislamiento y pueden necesitar supervisión clínica, pero que la comunidad no tiene los recursos suficientes para gestionar esta situación, mientras que el sistema sanitario tiene una capacidad limitada para gestionar el crecimiento en los contagios que se producen con la introducción de la variante ómicron.
Por ello se pidió a los empleadores cancelar, suspender y posponer de manera inmediata la llegada de trabajadores extranjeros temporales a la región suroeste de Ontario.
Quienes incumplan con la orden podrían enfrentar multas que van de 750 a 10 millones de dólares canadienses, según el documento, así como penas de cárcel o el cierre de sus locales.