Riad. El Athletic de Bilbao, vigente campeón, remontó para ganar 2-1 al Atlético de Madrid, ayer en semifinales de la Supercopa de España, en el estadio King Fahd de Riad, donde jugará por el trofeo el domingo contra el Real Madrid.

Un tanto en propia puerta del portero del Athletic, Unai Simón (62), adelantó al Atlético, pero Yeray Álvarez igualó de cabeza (77) y Nico Williams puso el 2-1 (81), que permitirá al equipo de Bilbao defender su corona.

“Es un honor para nosotros defender nuestro título”, dijo tras el partido el técnico del equipo vasco, Marcelino García Toral.

El Athletic se medirá en la final al Real Madrid, que el miércoles había ganado en la prórroga 3-2 al Barcelona y que fue el vencedor de la competición hace dos años, cuando se impuso en los penales al Atlético en Yedá, a orillas del Mar Rojo, en la primera edición de la Supercopa disputada en Arabia.

Después de un primer tiempo gris, con las dos escuadras más preocupadas en defender que de atacar, el partido se animó en la segunda mitad.

Un gol anulado por fuera de juego a los ocho segundos a João Félix auguraba un partido disputado, pero tras 20 minutos intensos, el duelo empezó a atascarse y fue hasta el complemento cuando el Atlético encontró el gol.

En un saque de esquina, Félix cabeceó a la cepa del poste, el balón salió y rebotó en la espalda de Unai entrando en la portería del Athletic.

Con el gol en contra, Marcelino movió el banquillo buscando aire fresco y velocidad, que llegó con la entrada de Nico Williams, hermano de Iñaki. El Athletic empezó a encerrar a los colchoneros, que volvieron a mostrar su fragilidad en la defensa.

Tras un primer remate de cabeza a bocajarro de Iñigo Martínez parado por Jan Oblak, Yeray se elevó en otro tiro de esquina para volver a rematar esta vez al fondo de las mallas, poniendo el 1-1.

El Atlético sufría para contener las acometidas del equipo vasco, que adelantó líneas y presionaba muy arriba la salida rojiblanca. Nico Williams, que dio velocidad al juego del Athletic, avisó con un disparo a bocajarro que sacó Oblak, pero casi enseguida, el menor de los hermanos Williams cazó un rechace en la frontal del área para disparar, marcando el 2-1 definitivo.

El Atlético, sin apenas tiempo, se vio impotente para remontar y fruto de la frustración, aún vería a José María Giménez salir expulsado con roja directa por una patada a la cabeza de Iñigo Martínez en un intento de despeje (90+2), con lo que se cerró el partido.