La variante ómicron del coronavirus, identificada por primera vez en Sudáfrica, tiene características que explican la mayor transmisión y síntomas leves en los afectados. Se han localizado alrededor de 50 mutaciones que facilitan su ingreso al organismo y replicación. Por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como preocupante el pasado 26 de noviembre, sólo dos días después de que le fue notificada.
Desde entonces el organismo advirtió, y ya se ha confirmado, que el riesgo de reinfección es mayor con respecto a otras variantes de preocupación. La OMS también observó el incremento acelerado en el número de personas afectadas.
Otro rasgo distintivo de la variante B.1.1.529 denominada ómicron es que la prueba molecular PCR de detección del virus SARS-CoV-2 sigue funcionando para el diagnóstico de la infección, pero no consigue detectar el gen S, uno de los tres genes diana del virus.
La OMS consideró que por esta situación, la prueba se podría utilizar como marcador de ómicron y luego confirmar el diagnóstico con la secuenciación genética.
Con este método utilizado desde los primeros días del surgimiento de la variante, aumentó la detección a un ritmo mayor con relación a las causantes de los brotes de covid-19 anteriores.
En noviembre de 2021, el organismo internacional anticipó el rápido crecimiento de los contagios, como se observó en las semanas posteriores en los más de 100 países donde la pandemia reporta un aumento acelerado de casos.
Otra característica de la variante ómicron es su tiempo de generación, es decir, el número de días que transcurren entre la aparición de síntomas en una persona y la siguiente que adquiere el coronavirus. Las investigaciones han encontrado que con ómicron son 2.2 días, menos de la mitad de lo que pasaba con delta (cinco días).
De ahí el crecimiento exponencial de los casos, el cual continuará por algunas semanas, explicó el investigador Gustavo Reyes Terán. Indicó que las mutaciones otorgan a la variante mayor capacidad de transmisión.
Los estudios realizados en diferentes países han detectado que ómicron se establece con mayor facilidad en la mucosa nasal y en los bronquios, sin avanzar a los pulmones.
El especialista, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, refirió que en al menos siete investigaciones se ha identificado que ómicron no tiene la misma capacidad de replicación en el tejido pulmonar, en comparación con las variantes previas.
Aunque la situación de las personas es distinta ahora, respecto a las primeras olas de la pandemia de covid-19, porque ya han tenido la infección y el avance de la vacunación, también se ha detectado que por sus mutaciones, ómicron tiene la capacidad de eludir la respuesta del sistema de defensas.
De ahí el riesgo de reinfección, aunque generalmente serán casos leves o moderados, explicó.