Las infecciones de SARS-CoV-2 entre los miembros del Episcopado mexicano van en aumento. A los tres casos reportados hace unos días, ahora se suman dos más, por lo cual hasta ayer eran cinco purpurados los contagiados, la mayoría de ellos tienen covid-19 leve.
Mediante sus redes sociales Eugenio Lira Rugarcía, obispo de Matamoros, informó que “me he realizado la prueba covid-19. Resultado positivo, gracias a Dios y a la oportuna intervención médica, los síntomas están siendo leves. Mantendré el aislamiento necesario para seguir el tratamiento y evitar propagar el contagio”.
Conminó a quienes estuvieron cerca suyo en los últimos días a realizarse la prueba y a orar por la pronta recuperación.
También Fidencio López Plaza, obispo de Querétaro, dio positivo al virus y señaló que presenta una sintomatología sutil.
El fin de semana pasado se supo de los casos del cardenal y obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, quien también precisó que tiene un covid-19 leve. Empezó con síntomas el viernes y el sábado la prueba confirmó el contagio. Señaló a este medio que él cuenta con dos dosis de Pfizer y el refuerzo con el de AstraZeneca. El purpurado confirmó su padecimiento poniéndose bajo tratamiento al igual que las personas que viven con él.
“No sabemos cómo llega el virus”. Instó a todos a cuidarse ya “que se extiende muy rápido”.
El obispo de Azcapotzalco, Adolfo Miguel Castaño Fonseca, en un mensaje también indicó que dio positivo con la variante ómicron. El prelado manifestó no dudar de la eficiencia de las vacunas que le fueron administradas, ya que los síntomas “no son graves”.
Quien fue reportado más grave fue Onésimo Cepeda Silva, obispo emérito de Ecatepec, el cual fue intubado. En un comunicado el sucesor de Cepeda Silva, el obispo Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, informó que “su estado de salud es estable, aunque se encuentra intubado” (8 de enero).
La familia de Cepeda Silva habría pedido discreción sobre el estado de salud del obispo emérito.