Senadores de Morena y de la oposición coincidieron en que el gobierno federal deberá ser escrupuloso en la supervisión de la forma en que Citi lleve a cabo la venta de Banamex, para garantizar el origen del capital y que se paguen en México los impuestos que se generen.
Por supuesto, que no se repetirá el ejemplo de impunidad de Vicente Fox, al permitir que se dejaran de pagar los miles de millones de pesos en impuestos que correspondían por la operación de compraventa de Banamex en 2001, comentó el senador de Morena, César Cravioto.
Cuestionó que la oposición vea la decisión de Citi como una catástrofe, cuando no lo es, e insistió en que, como lo dijo el secretario de Gobernación durante la conferencia mañanera de ayer, primero debe precisarse qué piensa vender el consorcio y definir los impuestos que deberá pagar como lo marca la legislación mexicana.
Sobre el tema, el coordinador del PRD en el Senado, Miguel Ángel Mancera, consideró que, de acuerdo con la información con que se cuenta, se trata de “un movimiento estratégico del propio grupo” y lo importante es conocer las condiciones en que se lleva a cabo la oferta y quiénes serían los posibles compradores.
El papel del gobierno, agregó, “es verificar perfectamente cuáles son las condiciones en que se realiza la oferta; obviamente, que no haya adeudos fiscales y cuidar también el tema corporativo, la transparencia y origen de los capitales”.
El presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, declaró: “no pasará nada en el sistema financiero”.
En contraste, la secretaria de la Comisión de Hacienda, Patricia Terrazas (PAN), consideró que se trata de un “anuncio triste, que sí debe preocuparnos”.