La salida de capitales de México registrada en los dos últimos años no se encuentra en niveles históricos y se espera que continúe en 2022, declaró Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Agregó que “México no ha perdido la confianza de los inversionistas” y las salidas, de 257 mil 601 millones de pesos el año pasado y de 257 mil 239 millones de pesos en 2020, “no creemos que sean valores históricos”, además se explican, sobre todo, por los mayores estímulos monetarios en Estados Unidos y la fuerza que está recobrando el dólar.
En conferencia de prensa, explicó que es una tendencia general que los inversionistas muevan el capital a donde hay más valor. Así que, dado los posibles aumentos de tasas de interés advertidos por la Reserva Federal, se prevé que en 2022 continúen las salidas de capital de México, pero el país sigue siendo atractivo para inversiones a largo plazo.
Sobre el crecimiento, la Cepal estima que México no recupere los niveles de actividad económica que tenía antes de la pandemia sino hasta 2023. Para 2022 se mantiene la expectativa de que el producto interno bruto (PIB) se expanda 2.9 por ciento, por debajo del 5.8 por ciento de 2021.
Bárcena explicó que el crecimiento en el país fue impulsado por el rebote de la actividad tras la contracción del primer año de la pandemia, mayores exportaciones hacia Estados Unidos y en menor medida por la recuperación del mercado interno, que estuvo atado a los flujos de las remesas; aspectos que se acompañan de las transferencias a familias, los megaproyectos de infraestructura y al renovado acuerdo comercial de América del Norte.
No obstante, advirtió que los riesgos más importantes para la economía del país son el bajo crecimiento, la inflación, la desaceleración de la actividad mundial y la falta de insumos críticos para la producción, sobre todo en el sector automotor.
Las dificultades para reponerse a la crisis se extienden a toda la región. En más de la mitad de las economías de América Latina y el Caribe no se lograrán revertir las pérdidas provocadas por la pandemia de covid-19 al menos este año, incluso hay países que no se recuperarán sino hasta 2025, lamentó la secretaria ejecutiva de la Cepal.
“La pandemia ha infligido un daño duradero al crecimiento de las economías en gran parte de la región, lo cual se agrava con los problemas estructurales que se tenían antes de la crisis: baja inversión, baja productividad, así como informalidad, desocupación y escasa cobertura de los sistemas de protección social”, declaró.
De acuerdo con el Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2021, presentado por la Cepal, la región crecerá 2.1 por ciento este año, prácticamente a un tercio del 6.2 por ciento estimado para 2021.
Como resultado, América Latina y el Caribe será la región del mundo con la mayor desaceleración de crecimiento, lo cual es reflejo de la tendencia que también reportan sus principales socios comerciales; Estados Unidos pasará de una expansión de 6 por ciento en 2021 a 3.9 este año y China de 8 a 5.7 por ciento.
El menor crecimiento alarga el plazo en que las economías de la región lograrán revertir los “devastadores impactos sociales” que dejó la pandemia. Si bien el año pasado 11 países lograron recuperar el nivel de producción previo a la crisis, se estima que otros tres lo hagan este año y aún quedarán pendientes 19, entre ellos México.