Washington. Familias que fueron separadas por la política migratoria de “tolerancia cero” del ex mandatario estadunidense Donald Trump son objeto de extorsión por pandillas en Centroamérica que creen que los migrantes recibieron cuantiosas indemnizaciones del gobierno del presidente Joe Biden.
Estas bandas criminales exigieron el pago de 5 mil dólares mensuales a la madre de una hondureña que ahora vive en Carolina del Norte con su hijo de nueve años, de quien fue separada al ingresar a Estados Unidos en 2018.
Ricardo de Anda, abogado de la mujer y de otras familias ha pedido al gobierno estadunidense que considere la admisión de más parientes debido a esta extorsión de criminales convencidos de que ahora estas familias son ricas.
Sí ha habido negociaciones en Washington para indemnizar a las familias separadas en su intento de migrar, pero éstas se paralizaron después de que el diario Wall Street Journal filtró que el Departamento de Justicia estaba considerando pagar 450 mil dólares por persona, o 900 mil por padre e hijo, para compensar el sufrimiento. “Como resultado de información filtrada a la prensa, parientes en Estados Unidos, y los que están en su país natal, viven ahora con un miedo constante,” escribió el abogado.
En tanto, la Suprema Corte de Estados Unidos comenzó ayer el análisis de una demanda colectiva de migrantes retenidos durante al menos seis meses sin una audiencia.
Se trata de indocumentados que fueron deportados con anterioridad de Estados Unidos, pero regresaron tras sufrir persecución o tortura en sus países de origen, al ingresar sin documentos fueron arrestados y retenidos de nuevo, afirma la Unión Estadunidense de Libertades Civiles. Su detención se prolongó debido al rezago con el que trabajan los tribunales.
La Guardia Costera de Estados Unidos rescató a 176 haitianos de un velero de madera sobrecargado cuando se acercaba a los Cayos de Florida, informaron ayer las autoridades, al tiempo que la Orgnizacón Internacional de Migraciones confirmó que más de 17 mil haitianos fueron repatriados desde mediados de septiembre del año pasado, en una de las crisis migratorias más intensas de la última década.