Ciudad Juárez, Chih. La empresa pública estadunidense El Paso Water (EPW) dejó de verter a partir de este miércoles al río Bravo 37 millones 850 mil litros diarios de aguas negras; problema que fue generado desde el pasado mes de agosto cuando se rompieron dos tuberías de la compañía que conducían los desechos tóxicos a plantas tratadoras.
En los 150 días que tardó la reparación en el lado oeste de El Paso, Texas, casi 5 mil 700 millones de litros de agua contaminada que llegaba al afluente causó daños a la salud de la población y a más de 100 especies de flora y fauna, de acuerdo con las denuncias hechas por activistas ecológicos.
El punto de la liberación se encontraba cerca de Paisano Drive y Racetrack Drive, en la frontera con Ciudad Juárez, donde los habitantes de la zona tuvieron que lidiar con los malos olores por seis meses.
Gilbert Trejo, director de operaciones interino de producción y tratamiento de EPW manifestó que “hoy la planta de tratamiento de aguas residuales John T. Hickerson ya está en operación, ya está limpiando el líquido que se estaba descargando al río”.
Añadió que: “en diciembre se terminó la tubería nueva y ya está trabajando. Ya el flujo del lado oeste, los 10 millones de galones por día se están trayendo a la planta y ésta ya funciona para limpiar el agua”.
Denise Parra, oficial de asuntos públicos de EPW afirmó que la compañía y un grupo de contratistas externos se encuentran en la realización de un análisis para conocer del impacto ambiental que causó el derrame y una vez terminada la revisión se darán a conocer los resultados, además de que se determinarán las acciones a seguir.