La Secretaría de Cultura (SC) federal está comprometida a no despedir a ninguno de sus trabajadores y este año lanzará un sistema en conjunto con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para incluir como derechohabientes a los creadores artísticos, sostuvo Alejandra Frausto, titular de la dependencia.
Lo anterior, en una conferencia de prensa que concluyó abruptamente sin que respondiera a preguntas en torno al retraso en pagos a beneficiarios del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC) ni a la situación de la Fonoteca Nacional, donde casi un centenar de trabajadores fueron despedidos a finales de 2020.
Ante la insistencia de medios, el vocero de la SC, Isacc Macip, afirmó que ya no existen adeudos pendientes del ejercicio 2021 del ex Fonca. “Los pagos a los creadores correspondientes a enero de 2022 se empezarán a realizar la próxima semana”, sostuvo.
Sobre la Fonoteca Nacional, dijo que “lleva a cabo sus labores con normalidad” y el acervo está bajo el cuidado de la plantilla de trabajadores de la institución, quienes realizan actividades de forma integral. La SC ya se ocupa de las contrataciones de prestadores de servicios para el ejercicio fiscal 2022, mismas que se realizan a través del comité de adquisiciones y que se llevará a cabo el último viernes de este mes”.
En su primer encuentro del año con los medios, Frausto adelantó que este 2022 se dará a conocer el modelo de seguridad social para artistas, que se trabajó con el IMSS: “estamos por publicar este primer ejercicio”.
Marina Núñez, subsecretaria de Desarrollo Cultural, detalló que es un “modelo para trabajadores autónomos innovador que les da todas las prestaciones que tienen los empleados. Por primera vez va más allá del seguro médico, se habla de baja, licencias e incluso permite un seguro para el retiro. Se ha sometido a ciertas pruebas piloto y lo que queremos es empezar a impulsarlo.
“Las cuestiones que tienen que ver con especializaciones médicas relacionadas con algunos artistas, por ejemplo, alguna atención especial al cuerpo para bailarines y quienes trabajan físicamente de manera mucho más fuerte se irán adecuando poco a poco, pero el modelo básico ya está.”
Acerca de la situación de los trabajadores “eventuales” de la SC, cuya recontratación cada año produce inconformidades, Alejandra Frausto sostuvo que han hecho lo posible; por ejemplo, “en el Instituto Nacional de Antropología e Historia hemos trabajado para garantizar la contratación de las personas que requerimos para las labores que requiere cada año”.
Hace unos días hubo una confrontación en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, fruto de un proceso de precarización del empleo padecido en el INAH durante décadas, como reportó La Jornada.
Reconoció que el “rezago en el tema laboral de la SC no es ningún secreto ni es una cuestión que se pueda solucionar de manera tan rápida como nos gustaría. Nuestro compromiso es no despedir a la gente que trabaja en la secretaría, preservar el trabajo, dar las condiciones que mejor podamos en los institutos y el sector central”.
En torno a la proyectada fusión del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Frausto evadió responder a las críticas y dar más detalles de ese proceso. En cambio, afirmó que “no merma la capacidad del Estado para atender, con este reordenamiento administrativo, la preservación de las culturas de México y que no implica despidos para quienes trabajan ahí cuando suceda”.