Bogotá. El gobierno colombiano denunció este martes que su cónsul en Haití, Julio Santa, fue amenazado cuando gestionaba la defensa de 18 exmilitares colombianos presuntamente implicados en el magnicidio del presidente Jovenel Moise.
La vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, comentó que el diplomático "está amenazado" tras varios intentos frustrados de conseguir abogados para un grupo de 18 mercenarios colombianos detenidos en Haití desde julio de 2020 por su participación en el asesinato.En un encuentro con la prensa internacional, Ramírez apenas mencionó el caso del cónsul, absteniéndose de dar más detalles.
Santa es el único representante diplomático de Colombia en Haití, donde la mayoría de la población se encuentra sometida a la violencia de poderosas pandillas.
Cónsul honorario de Colombia en Haití, Julio Santa, se reunió hoy con colombianos detenidos por presunta participación en el magnicidio del presidente Jovenel Moise. Pudo verificar que los connacionales están en buenas condiciones de salud y que su sitio de reclusión es adecuado
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) July 27, 2021
Al cabo de seis meses en prisión, los colombianos aún no tienen representación legal, se quejó la canciller, por lo que exigió que se les respete "el debido proceso" durante la investigación en la que están acusados: el asesinato de Moise, ocurrido el 7 de julio pasado.
El mandatario fue atacado en su residencia privada por un comando de hombres armados, en su mayoría colombianos. Ramírez clamó por "una investigación internacional" sobre el hecho.
El gobierno de Iván Duque ha denunciado los malos tratos que las autoridades haitianas le han dado a los detenidos, quienes aseguran haber sido contratados por la empresa CTU Security, radicada en Miami, para capturar y entregar al exmandatario a la autoridad antinarcóticos estadunidense.
El magnicidio agravó la crisis política en un país con una pobreza endémica.
Basado en pesquisas en las que colabora junto al FBI, el gobierno colombiano sospecha que una parte de los mercenarios fueron engañados y que solo unos cuantos supieron del plan para asesinar al presidente.
Aunque los hombres ingresaron a la residencia del mandatario sin encontrar resistencia de la policía, en las horas posteriores al crimen se desató un enfrentamiento con las autoridades en el que murieron tres de los agresores y el resto fueron capturados.
Según la canciller colombiana, los cuerpos de los fallecidos se encuentran "en muy mal estado" y no han sido repatriados.
El también colombiano Mario Antonio Palacios, quien participó en el operativo, logró escapar de Haití y huyó a Jamaica, donde fue arrestado en octubre. Posteriormente se lo extraditó a Estados Unidos, donde responde ante la justicia por el asesinato de Moise.
Junto a los colombianos se encuentran detenidos en Puerto Príncipe varios haitianos y dos estadunidenses vinculados al crimen. Sin embargo, la investigación sobre el magnicidio no parece avanzar.