Washington. El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, estimó que la alta inflación podría durar hasta mediados de año y señaló que la institución está lista para tomar medidas si perdura.
“Para asegurar una expansión sostenible, debemos tener estabilidad de precios”, aseguró durante una audiencia ante una Comisión del Senado que evalúa un segundo mandato de Powell al frente de la Fed.
El responsable del banco central estadunidense afirmó que la mayor economía mundial “ya no necesita ni quiere” el masivo estímulo que ha proporcionado el banco central a raíz de la afectación a la economía causada por la crisis sanitaria y que ahora la inflación es su enfoque principal, dado que los aumentos de precios marchan en un máximo de 40 años –en noviembre llegaron a un nivel de 6.8 por ciento anual– muy por sobre el objetivo de 2 por ciento de la Fed, considerado saludable para la economía. Los datos de diciembre se publicarán el miércoles.
Si el empuje inflacionario continúa más allá de la mitad del 2022, “reaccionaremos en consecuencia”, aseguró Powell, dando a entender que la Fed no dudaría en subir las tasas de interés de forma más agresiva.
Powell atribuyó la mayor parte del aumento de la inflación a un “desajuste” entre la oferta y la demanda causado por las disrupciones en la cadena de suministro.
El jefe del banco central estadunidense sostuvo asimismo que terminar con el apoyo monetario excepcional a la economía no tendría un impacto negativo en el mercado laboral, el otro parámetro prioritario para la Fed.
En diciembre, el desempleo en Estados Unidos cayó a 3.9 por ciento y se acercó a su nivel previo a la pandemia (3.5 por ciento), observó Powell, aunque reconoció que el regreso al trabajo de algunas personas sigue siendo difícil a pesar del gran número de vacantes.
En diciembre, la Reserva Federal decidió poner fin antes de marzo a sus compras de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas –un legado de su batalla de casi dos años contra las consecuencias económicas de la pandemia– y señaló que podría subir las tasas de interés tres veces este año.
Desde entonces, los contagios de Covid-19 han alcanzado cifras diarias récord, con un aumento de las hospitalizaciones y la puesta en cuarentena de los empleados, minando una oferta de mano de obra que ya se encuentra al límite, y algunos observadores esperan que se intensifique aún más el desajuste entre la oferta y la demanda que está presionando al alza los precios.