Madrid. Aproximadamente la mitad del halo estelar actual de la Vía Láctea y aproximadamente 20 por ciento de su halo de materia oscura descienden de otra galaxia con la que colisionó hace 8 mil o 10 mil millones de años.
Astrónomos del Harvard Smithsonian Center for Astrophysics (CfA) combinaron los resultados de la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) con un nuevo estudio de los confines de nuestra galaxia con el telescopio MMT (Multiple Mirror Telescope) para reconstruir la historia de las estrellas de la Vía Láctea con un detalle sin precedente a fin de determinar la naturaleza de la considerada última fusión importante con nuestra galaxia.
La evidencia de que una sola galaxia enana – conocida como Gaia-Sausage-Enceladus (GSE)– se fusionó con la Vía Láctea hace 8 mil o 10 mil millones de años ya era convincente, lo que queda del sistema de astros hoy se infiere de las estrellas en el halo interior por sus movimientos y composiciones estelares.
Sin embargo, aún no estaba claro si GSE colisionó con nuestra galaxia de frente o si, en cambio, orbitó la Vía Láctea antes de fusionarse gradualmente y, de ser así, qué aspecto tenía esa órbita.
Explicar el origen
Los astrónomos abordaron estas preguntas modelando las estrellas de halo medidas de Gaia con un conjunto de simulaciones numéricas y una comparación con las edades y composiciones estelares. Muestran que GSE contenía unos 500 millones de estrellas y no orbitó la Vía Láctea, sino que se acercó a ella moviéndose en una dirección retrógrada (es decir, opuesta al sentido de rotación de la galaxia).
También concluyen que aproximadamente 50 por ciento del halo estelar actual de la Vía Láctea y aproximadamente 20 por ciento de su halo de materia oscura descienden de GSE.
La Vía Láctea contiene estrellas que tienen alrededor de 13 mil millones de años, aunque es posible que hayan sido capturadas por la galaxia después de su formación.
Sin embargo, con la finalización de este estudio, se puede explicar casi todo el crecimiento de la Vía Láctea durante los últimos 10 mil millones de años, según un comunicado del CfA.