Los dos nuevos antivirales contra el coronavirus, molnupiravir y paxlovid, son eficaces sólo en algunas personas –las que tienen mayor riesgo de presentar complicaciones graves– y únicamente si se toman en los primeros tres a cinco días posteriores al inicio de síntomas, los cuales deben ser leves a moderados, advierte información de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) de Estados Unidos.
Ninguno de estos productos se pueden utilizar como método para prevenir la infección por SARS-CoV-2, ni para el tratamiento de personas hospitalizadas por covid-19, “porque no se ha observado beneficio del tratamiento cuando se inicia después de la hospitalización”, asegura el organismo.
Entre otras determinaciones de la FDA, destaca que molnupiravir y paxlovid no se deben dar a personas menores de 18 años y en el caso del primero, ya autorizado para uso de emergencia en México, puede afectar el crecimiento de los niños.
Con paxlovid, cuya autorización para uso de emergencia en el país está prevista para el 12 de enero, tiene una eficacia alta: de 88 por ciento para evitar la hospitalización y muerte, aunque los médicos deben considerar que puede afectar a personas que viven con VIH/sida, porque uno de sus componentes es ritonavir, molécula utilizada en las terapias antirretrovirales.
A dos años del surgimiento del virus SARS-CoV-2, todavía son muchas las incógnitas y los hallazgos científicos son la constante. Uno de ellos, comentó el investigador Gustavo Reyes Terán, tiene que ver con el sistema de defensas. Investigaciones han confirmado que existe una inmunidad innata; es de las respuestas más rápidas del organismo para responder contra el virus. Consiste en la producción rápida de proteínas que frenan la infección.
Por eso, dijo el especialista, se ha insistido en que se evite el uso indiscriminado de los medicamentos, como la dexametasona, que únicamente se recomienda para personas hospitalizadas con cuadros graves, que requieren oxígeno suplementario o están intubados.
“Por ningún motivo se debe dar dexametasona a pacientes ambulatorios, porque el fármaco puede entorpecer el sistema inmune”, afirmó el titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.
Las variantes del coronavirus, anteriores a ómicron, tienen la capacidad de desactivar la respuesta innata. De ahí la facilidad que ha tenido la infección para establecerse y su capacidad para migrar a pulmones y otros órganos.
En cambio, ómicron no apaga la respuesta innata. Es posible que eso explique los síntomas leves y se suma la inmunidad adquirida por la vacunación, apuntó.
Con relación a los antivirales que en los últimos días de diciembre fueron aprobados por la FDA para uso de emergencia, el organismo explicó que molnupiravir introduce errores en el código genético del virus SARS-CoV-2, con lo que detiene su replicación.
Respecto de su administración a menores de 18 años, la agencia sanitaria estadunidense recalcó que no está autorizado para este sector, porque puede afectar el crecimiento óseo y cartilaginoso.
Sobre las pastillas de paxlovid, los datos de la FDA indican que se compone de nirmatrelvir, sustancia que inhibe una proteína del coronavirus para impedir su replicación. También contiene ritonavir, el cual desacelera la descomposición del nirmatrelvir, con lo que se prolonga su permanencia en el organismo en concentraciones más altas.
Los médicos deben evaluar la condición previa de salud de cada paciente y revisar la lista de medicamentos en los cuales está contraindicado el uso de paxlovid, recomendó la FDA.