En una maniobra que en principio dejó fuera de la jugada al gobernador Omar Fayad, la facción nacional dominante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) instaló como candidata a gobernar Hidalgo (donde no ha habido alternancia partidista) a Carolina Viggiano Austria, cuatro veces diputada federal (lo es actualmente), secretaria general del comité nacional priísta y esposa del coordinador de los diputados federales del partido tricolor y ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez.
Para maniatar políticamente a Fayad, la dirigencia nacional priísta utilizó las siglas del Partido Acción Nacional para que éste asumiera como su candidata inicial a Viggiano Austria, postulación a la que “se sumaron” el PRI y lo que queda del Partido de la Revolución Democrática, en el contexto de la coalición Va por México.
De esa manera no se “eligió” al candidato en convención priísta de delegados hidalguenses, que seguramente habrían estado bajo control de Fayad, quien peleó hasta el final por imponer a Israel Félix Soto, quien fue su secretario particular y actualmente preside el municipio de Mineral de la Reforma.
La batalla de Fayad por hacer candidato a la sucesión a Félix Soto fue traducida por Alejandro Moreno (Alito), a nombre del PRI nacional, como una forma tramposa de ayudar al aspirante de Morena a la gubernatura, el senador guinda Julio Menchaca (de larga historia priísta), para que éste gane ante un aspirante priísta y de Va por México intencionalmente débil.
Esa visión produjo un inusitado choque retórico entre Alito y Fayad, con el primero acusando al segundo de haberse arrodillado ante Morena para entregar el poder estatal (ya se sabe que los gobernadores priístas salientes bien portados pueden recibir atractivos premios de consolación, luego de que Morena haya triunfado electoralmente en sus terruños).
La designación de Carolina Viggiano Austria fortalece la alianza de las tres emes (3M: Moreno, Moreira y Murat), proclive a arreglos con el obradorismo, desplaza a la corriente del ex gobernador Miguel Ángel Osorio Chong (quien impulsaba a la senadora Nuvia Mayorga) y estimula las especulaciones respecto a eventuales acuerdos para que esa facción 3M apoye iniciativas de Morena en las cámaras federales legislativas en temas centrales como la reforma energética y, en particular, la referida a lo eléctrico.
La 3M tiene interés en mantener el predominio priísta en Hidalgo, donde habrá elección de gobernador este año, y en Coahuila, donde sucederá en 2023. En ambos estados tiene interés Rubén Moreira: conyugal en el primero, caciquil en el segundo. Ya se verá si la tentación del cambalache mantiene al priísmo en el poder en esas entidades y si ello coincide con giros de gimnasia política de ese segmento tricolor (otro segmento se resiste a tales presuntos acuerdos) para apoyar lo energético y lo eléctrico en las cámaras, entre otros temas.
Viggiano Austria no tendrá, desde luego, un camino fácil. Su historia familiar está ligada a los cacicazgos. Al relatar la historia del profesor Proceso Díaz, Luis Hernández Navarro describió que, “como muchas otras familias en la región, la del profesor Díaz Ruiz creció bajo la sombra del cacicazgo de los Austria. Los patriarcas de la dinastía, el coronel Honorato Austria y Francisco Austria, conocido como Francisco el Grande, eran señores de horca y cuchillo, dueños de tierras y vidas en Tepehuacán y sus alrededores” (https://bit.ly/3Gb3qIZ).
Y, en el diario coahuilense Zócalo, el columnista Luis Carlos Plata publicó “La estafa maestra de Viggiano en la Conafe”: “Utilizando un mecanismo de subcontratación con factureras y a Diconsa de intermediario, el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) desvió 228 millones 140 mil 913 pesos en 2014, año en que Carolina Viggiano Austria fue titular de la dependencia federal, hacia sociedades domiciliadas –entre otros lugares– en la entidad natal de la entonces funcionaria: Hidalgo” (https://bit.ly/3JR9Nnn). ¡Hasta mañana y feliz 2022!
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