La Paz. Varios miles de personas marcharon este lunes en la ciudad de La Paz en rechazo a un decreto, actualmente suspendido por unos días, que obliga a portar un carnet de vacunación contra el covid-19 para acudir a lugares públicos en Bolivia, constató la AFP.
La masiva protesta pacífica recorrió por varias horas unos 12 kilómetros desde la vecina ciudad de El Alto, con fuerte migración de indígenas aymaras, hasta La Paz. La convocatoria fue hecha por organizaciones de vecinos.
Al grito de "¡ahora sí, abrogación!", las personas recorrieron las principales calles y avenidas de La Paz para manifestar su rechazo a la solicitud del documento para ingresar a oficinas públicas y privadas y para realizar viajes terrestres o aéreos.
También gritaron que las inmunizaciones son "¡negocio de los yanquis!" (estadounidenses). Y reclamaron la renuncia del ministro de Salud, Jeyson Auza, a quien culpan de promover la norma legal.
La obligatoriedad del certificado de vacuna -arguyeron- viola sus derechos constitucionales a decidir. Muchos de los caminantes no portaban tapabocas, una de las exigencias oficiales para concurrir a lugares públicos.
"Estamos exigiendo la derogatoria del decreto [que obliga la portación del carné] y la destitución de todos esos ministros que han violado nuestros derechos", afirmó el dirigente vecinal Gregorio Gómez.
"Nos están obligando a usar esas vacunas experimentales", acotó.
Los manifestantes llegaron hasta las afueras del Ministerio de Salud, bajo custodia de un nutrido contingente policial antimotines.
El decreto de gobierno entró en vigencia el pasado 1 de enero, pero fue suspendido a los pocos días (hasta el próximo 26 de enero) debido a que se produjo una inesperada y enorme aglomeración de personas en los centros de vacunación.
El gobierno espera que los puntos de inmunización se organicen mejor para cuando la norma vuelva a entrar en vigencia.
El ministro Auza respondió a las críticas. Acusó, sin identificar, a dirigentes vecinales de ejercer una doble moral, porque dijo que se vacunaron, pero se oponen a que la gente reciba sus dosis contra el covid-19.
Hasta la fecha cerca de 3.8 millones de bolivianos han recibido dos dosis de Sinopharm, AstraZeneca, Pfizer, Sputnik V o Moderna y cerca de 1 millón una inyección única de Johnson.
Bolivia, de casi 12 millones de habitantes, camina por el pico de una cuarta ola de la pandemia. Hasta el domingo sumaba más de 677 mil 160 contagios y más de 19 mil 980 muertos.