El escritor y periodista Carlos Monsiváis (1938-2010) y el escritor y crítico literario y de arte Juan García Ponce (1932-2003) coincidieron en el tiempo e unieron fuerzas en favor de la vida cultural de México en la segunda mitad del siglo XX.
Ahora, se rencuentran en Carlos Monsiváis y Juan García Ponce: vasos comunicantes en el arte y la literatura, exposición de más de 230 piezas, entre pintura, fotografía, gráfica, libros, material hemerográfico y audiovisual, en el Museo del Estanquillo Colecciones Carlos Monsiváis.
Se trata de una muestra novedosa para el recinto, dado su enfoque literario/pictórico. Asimismo, se realiza en memoria de Francisco Toledo (1940-2019), Manuel Felguérez (1928-2020) y Vicente Rojo ((1932-2021), grandes amigos y colaboradores de Monsiváis y García Ponce.
La mayoría de la imágenes fueron facilitadas por el fotógrafo Rogelio Cuéllar, quien desde 1969, a la edad de 19 años, se dedicó a retratar a un sinnúmero de escritores y artistas en diferentes momentos de sus vidas. También hay fotografías de Graciela Iturbide, mientras la de Héctor García, captada en la inauguración de una exposición, es “emblemática” de la relación entre los protagonistas de la muestra.
El título rinde homenaje al libro Vasos comunicantes, escrito por André Bretón, padre del surrealismo, en 1932. Para Ángel Aurelio González Amozorrutia, curador de la exposición y coleccionista de la obra de García Ponce, es necesario que el público sepa que “el universo de Monsiváis es muy amplio en cuanto a colecciones; no sólo comprende arte de carácter popular”. La muestra también explora las afinidades entre estas dos figuras trascendentales, por medio de la literatura y el coleccionismo.
En entrevista, González Amozorrutia expresa que en la medida en que se adentró en el mundo de García Ponce, desde hace muchos años, “me sorprendió su capacidad literaria y de crítica de arte, la posibilidad que tuvo de crear todo un universo y de influir en tantos literatos y artistas”.
Lamenta que la obra del autor de novelas como Pasado presente (1993) y El gato (1974) “no es suficientemente conocida en estos términos”.
Vasos comunicantes en el arte y la literatura es una exhibición que toma en cuenta las relaciones de toda una generación por medio de las colecciones de arte tanto de Monsiváis como de García Ponce. Está integrada por obras de arte de ambos, así como por libros, documentos y fotografías.
Cuatro núcleos temáticos
La muestra se divide en cuatro secciones. La primera, 1968: la revolución de las ideas, cuenta con documentos y fotografías del movimiento estudiantil de ese año, provenientes de ambas colecciones. Monsiváis y García Ponce se conocieron desde antes; sin embargo, en “1968 coincidieron en la revista Siempre! Ambos participaron activamente en el movimiento estudiantil, en la redacción de textos, la publicación de artículos como protesta y su represión”, apunta González Amozorrutia.
García Ponce, por su lado, tradujo libros como Eros y civilización y El hombre unidimensional, de Herbert Marcuse.
El segundo núcleo, Nueve pintores mexicanos, toma su nombre de la exposición curada por García Ponce y del libro de su autoría publicado en 1968. Los artistas: Arnaldo Coen, Alberto Gironella, Fernando García Ponce, Francisco Corzas, Gabriel Ramírez, Lilia Carrillo, Manuel Felguérez, Roger von Gunten y Vicente Rojo, luego fueron identificados con la Generación de la Ruptura. Von Gunten realizó un cuadro a propósito de la exposición, La aventura del más acá (2021).
Las dos secciones restantes son Correspondencias literarias y Correspondencias plástico-literarias. “La muestra se llama Vasos comunicantes por toda esta relación que hubo en este grupo de artistas, escritores, gente de teatro y poetas. No se exponen exclusivamente textos de Carlos y Juan”, señala el entrevistado, quien hace hincapié en las dedicatorias encontradas en los libros expuestos, como las de Gabriel García Márquez u Octavio Paz.
Las colecciones de Monsiváis y García Ponce comprenden pinturas de generaciones posteriores, como el retrato que Alberto Castro Leñero le hizo a ese último en 1984. González Amozorrutia destaca la relación “afectiva” de Monsiváis con Francisco Toledo, sobre quien escribió mucho, y cuya obra pictórica se incluye. Un cuadro de Juan Soriano, Accidente (1963), es testimonio de un viaje que realizó con García Ponce y el atropellamiento de una vaca.
Según el entrevistado, la relación entre Monsiváis y García Ponce tenía que ver con “los intereses y una visión de la cultura y el arte. No es que fueran amigos entrañables, pero eso sí, cómplices”. Llaman la atención las dedicatorias de ambos: “Es una cartografía de emociones”. Se editará un catálogo.
Carlos Monsiváis y Juan García Ponce: vasos comunicantes en el arte y la literatura abrió permanecerá abierta hasta el 24 de abril en el Museo del Estanquillo, Isabel la Católica 26, Centro Histórico.