Madrid. El gobierno iraquí confirmó ayer haber recibido a 50 ciudadanos sirios sospechosos de pertenencer a la organización terrorista Estado Islámico (ISIS), de acuerdo con los voceros locales de seguridad.
La entrega tuvo lugar en el cruce fronterizo de Rabia, en un operativo del Comando de Operaciones Conjuntas de Irak, de acuerdo con un comunicado recogido por la agencia kurda Rudaw.
La mayoría de los presos entregados fueron detenidos por la coalición de las Fuerzas Democráticas Sirias, responsables de los arrestos de miles de combatientes yihadistas y sus familias cuando tomaron el control del último bastión del grupo en Siria en marzo de 2019.
La mayoría se encontraban en el campamento sirio de Al Hol, en el noreste del país, considerado por los expertos como “un hervidero”, pues aloja a 60 mil personas, en su mayoría mujeres y niños de diferentes nacionalidades, donde suelen darse conflictos entre los mismos refugiados, sin que exista una autoridad que pueda poner orden ni garantizar los derechos humanos fundamentales.
Las células durmientes del Estado Islámico siguen activas en el campamento, donde se tiene constancia de varios asesinatos durante los recientes meses, de ahí que se hayan puesto en marcha varias iniciativas para reducir la sobrepoblación de ese enclave.