Bilbao. Alrededor de 200 manifestaciones celebradas en diferentes localidades de la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra reclamaron ayer el fin de la “política de excepción” para los presos de la organización armada separatista ETA, quienes son mantenidos en penales alejados de su familia.
Las movilizaciones fueron convocadas por la red ciudadana Sarey la principal se registró en esta ciudad, donde se sumaron formaciones nacionalistas catalanas, además de las organizaciones vascas independentistas, como EH Bildu y Podemos.
Este año, la “gran manifestación por los derechos de los presos” tuvo que transformarse, por la elevadísima incidencia de covid y su variante ómicron, y dividirse en diversas manifestaciones en las tres capitales vascas y de Navarra, así como un número importante de localidades de ambas Comunidades Autónomas.
Entre gritos, reclamaron la vuelta de los presos “a casa” en las marchas que estuvieron encabezadas por familiares de presos de ETA. A mitad del recorrido, el portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, exigió poner fin a la actual política penitenciaria de excepción.
“Es difícilmente entendible que 10 años después de la decisión de ETA de abandonar su actividad violenta se arrastre un protocolo de excepción, con 50 por ciento de los presos fuera de las cárceles de Euskal Herria, denunció.
El Estado español defendía su política de tener presos a militantes de ETA en reclusorios fuera del País Vasco, con el argumento de que desde ahí podían organizar atentados.
La medida viola los derechos humanos de los prisioneros, pues dificulta que sus familias los visiten.
La manifestación de Bilbao concluyó en el ayuntamiento, donde Sare leyó un comunicado en el que reiteró que todos los presos de ETA deberían estar en cárceles en el País Vasco.
“Tanto por razones de derecho, como porque tras la transferencia de la competencia de reclusorios cabe un seguimiento positivo y humanitario conforme a las pautas de comportamiento respetuosas con la legalidad que la sociedad vasca se ha dado a sí misma”, indicó.
“Estamos reivindicando derechos humanos. No estamos ante reivindicaciones políticas. Su defensa nos compete como ciudadanía porque no se puede construir una sociedad reconciliada sobre una base punitiva injusta y vengativa”, concluyó.
Por su parte, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, lamentó que “850 inocentes en España” vean este sábado las 200 concentraciones “en apoyo a sus asesinos” de ETA y que el gobierno de España, a cargo del socialista Pedro Sánchez, “dependa” de Bildu, “un partido que no condena esos asesinatos”.
Los “850 inocentes” a los que se refirió Casado son concejales y alcaldes de su partido asesinados por ETA.
“Esto no se nos puede olvidar: ETA ya no mata porque la hemos derrotado los fiscales, los jueces, los policías, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, los políticos demócratas y la cooperación internacional… pero eso no quiere decir que ahora debamos darles beneficios carcelarios porque hayan dejado de matar”, subrayó el político.