Moscú. Al menos 56 civiles perdieron la vida a causa de un ataque del ejército etíope con drones contra un campamento de desplazados en la región de Tigray, denunció este sábado el grupo rebelde Frente de Liberación Popular de Tigray (FLPT).
“Otro despiadado ataque con drones de (primer ministro) Abiy Ahmed a un campo de desplazados internos en (la localidad de) Dedebit cobró la vida de 56 civiles inocentes hasta el momento”, afirmó el portavoz de los insurgentes, Getachew Reda, en su cuenta de Twitter.
La Unión Europea instó a garantizar un “acceso humanitario inmediato y sin trabas para salvar vidas, ya que ningún camión con asistencia humanitaria ha entrado en Tigray desde mediados de diciembre”.
Desde noviembre de 2020, el norte de Etiopía es el epicentro del conflicto en ese país.
Las autoridades acusaron al FLPT, que dominó la vida política de esa nación durante casi tres décadas, de atacar una base militar, y lanzaron una operación en la provincia de Tigray con el apoyo de Eritrea, el país vecino.
En marzo las autoridades etíopes anunciaron que Eritrea retiraba sus tropas de Tigray. En junio, los rebeldes de esta localidad tomaron el centro administrativo de la región, la urbe de Mekale, y el gobierno etíope anunció un alto el fuego unilateral.
Enfrentamientos continuos
Los rebeldes dijeron más tarde que habían lanzado una nueva ofensiva y que habían tomado el control de gran parte del sur de Tigray; las autoridades locales de la vecina región de Afar informaron de enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas progubernamentales. A comienzos de noviembre medios occidentales informaron que nueve movimientos rebeldes de Etiopía formaron una nueva alianza que se plantea el objetivo de sustituir a las autoridades actuales y formar un organismo de transición.
La alianza quedó formada por importantes fuerzas antigubernamentales, incluye el FLPT y el Frente de Liberación de Oromo, a los que Adís Abeba califica de grupos terroristas. El acuerdo sobre la formación de la alianza se firmó en Washington.
El Parlamento de Etiopía proclamó en noviembre el estado de emergencia en todo el territorio nacional con el fin de proteger a la población contra los rebeldes, situación que regirá durante medio año.
A finales de diciembre, el FLPT aseguró haber retirado sus fuerzas de las regiones de Amhara y Afar.