Yaundé. La Copa Africana de Naciones arrancó el domingo en Camerún con una fiesta de colores, pero también bajo la sombra de una pandemia de coronavirus que está subiendo de nuevo debido a la variante ómicron justo cuando el mayor evento deportivo del continente abre sus puertas.
Bailarines luciendo rojo, verde, blanco y azul danzaron en medio de la cancha en la ceremonia inaugural en el reconstruido estadio Olembe en Yaunde, la capital. Algunos llevaban máscaras con colores similares.
La imagen computarizada de un león gigante caminó sobre el techo del estadio al comenzar la ceremonia, tras lo cual saltó al suelo y caminó alrededor de la cancha. Fue una alusión a la selección nacional de Camerún, conocida como Los Leones Indomables.
La ceremonia concluyó con columnas de humo en rojo, verde y amarillo — los colores de la bandera de Camerún — elevándose de una réplica enorme del trofeo de la Copa colocada en medio de la cancha.
El presidente de la FIFA Gianni Infantino asistió, al igual que el presidente de Camerún, el octogenario Paul Biya, que ha gobernado el país centroafricano desde 1982.
El estadio de 60 mil asientos estaba casi lleno, aunque los organizadores introdujeron una restricción de último minuto debido al ómicron de que solamente los hinchas plenamente vacunados con prueba de resultados negativos recientes del coronavirus serán autorizados a entrar a los estadios en los 52 partidos del torneo en las cinco ciudades anfitrionas. Las concurrencias además estarán limitadas a 80 por ciento de capacidad para los partidos de la selección nacional y 60 por ciento para el resto.
La Copa Africana en Camerún se realiza tres años después de lo planeado inicialmente luego que el país anfitrión fue despojado de la sede del certamen en el 2019 debido al retraso en los preparativos. Recibió una nueva oportunidad en el 2021, pero el torneo fue aplazado un año debido a la pandemia.
Inmediatamente de la ceremonia, Camerún derrotpo 2-1 a Burkina Faso.