Santo Tomás, Ocotepec, Oax., Desde 2013, la Fundación Ávila Cruz realiza labor social en la región mixteca del estado de Oaxaca, donde se encuentran los municipios con menor índice de desarrollo humano y con un alto grado de marginación que se refleja entre la población, quienes habitan viviendas con piso de tierra, algunas sin drenaje ni agua entubada. Además, tienen altos índices de analfabetismo e ingresos menores al salario mínimo, con carencias por acceso a la alimentación y servicios de salud.
Uno de estos lugares se encuentra en Santo Tomás Ocotepec, perteneciente al distrito de Tlaxiaco, en la región mixteca, donde su presidente municipal Camilo García Reyes señala que a raíz de la pandemia de covid-19, la situación de su localidad se vio muy afectada, no sólo por los contagios, sino por la situación económica de la población, ya que por el confinamiento no podían trabajar y generar ingresos.
Expresa que los recursos del municipio no son suficientes. Esto los lleva a pedir el apoyo de organizaciones de la sociedad civil para que brinden atención médica básica a los pobladores y lograr vacunarlos para evitar las enfermedades propias de la estación.
Dada esta situación, la Fundación Ávila Cruz trabaja en la zona desde la cooperación y corresponsabilidad de las personas ante los intereses comunes con voluntarios, donantes y organizaciones a través de redes y alianzas. En diciembre donó a las familias que más lo necesitan 400 despensas con productos de primera necesidad y en las próximas semanas realizará las jornadas de salud auditiva a fin de detectar a tiempo cualquier problema de audición entre los pobladores. La fundación también ha entregado uniformes a estudiantes de educación básica, sillas de ruedas, ropa, calzado, cepillos dentales, entre otros.
En entrevista con La Jornada, Édgar Ávila Cruz, director general y representante de la fundación, dice que desde hace ocho años colaboran con el propósito de reducir la pobreza extrema en la zona montañosa de Oaxaca y mejorar la calidad de vida de los indígenas, pues indica que 33 por ciento de las personas en la región mixteca se encuentran en situación de pobreza extrema, mientras 36 por ciento tiene carencias de acceso a la alimentación y más de 20 por ciento no tiene acceso a servicios de salud.
Comenta que la exclusión social y la falta de oportunidades educativas, laborales, económicas y de desarrollo personal motivaron a que muchos migraran a la Ciudad de México o a Estados Unidos para buscar una mejor calidad de vida y bienestar.
“La fundación nace debido a las carencias que tuvimos en la niñez con nuestras familias. En la actualidad, al ver la marginación, pobreza y que la gente no tiene recursos económicos ni para las necesidades más básicas, como hermanos y primos nos reunimos y creamos la asociación con el principal objetivo de combatir la pobreza extrema en la región. No ha sido un camino fácil, pero con mucho esfuerzo hemos salido adelante para apoyar a nuestra gente.”
En noviembre del año pasado, la Fundación Ávila Cruz, junto con la organización internacional Medical Impact México, apoyaron de manera constante y gratuita a las poblaciones marginadas, olvidadas y desprotegidas de las localidades de Santo Tomás Ocotepec, Genaro Vásquez, Morelos, Francisco I. Madero y Emiliano Zapata a través del servicio humanitario orientado al bienestar y la salud integral.
“Es imperativo entregar resultados a la población y ganarnos su confianza. El reto es cambiar actitudes y formas de pensar. Incrementar hábitos y estilos de vida saludables, incrementar la inclusión social, esperanza y calidad de vida para nuestra gente. Esto no puede ser posible sin las alianzas en todos los sectores: académico, empresas, autoridades y organizaciones de la sociedad civil como Medical Impact” añade Édgar Ávila.