Washington. El jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, consideró que el despliegue militar de Rusia en la frontera con Ucrania plantea un riesgo “real” de conflicto y que la Alianza Atlántica debe prepararse para un fracaso de las gestiones diplomáticas.
“El reforzamiento militar de Moscú continúa sobre Ucrania y está acompañado de un discurso amenazante de Vladimir Putin si sus exigencias no son aceptadas. Pero éstas son inadmisibles y el riesgo de un nuevo conflicto es real”, advirtió Stoltenberg, tras una videoconferencia con los ministros de asuntos exteriores de los países de la alianza.“Debemos prepararnos para la perspectiva de que las consultas fracasen”, estimó.
Los occidentales y Ucrania acusan a Rusia desde hace varias semanas de concentrar a 100 mil tropas en la frontera ucrania con miras a una potencial invasión y han amenazado con sanciones “masivas” y sin precedentes si Rusia ataca.
De su lado, Moscú exige tratados que excluyan toda futura participación de Ucrania en la OTAN y el compromiso de parte de los aliados atlánticos de reducir sus fuerzas a las puertas de Rusia.
Diplomáticos estadunidenses y rusos se encontrarán el próximo lunes en Ginebra, antes de una reunión entre OTAN y Rusia programada para el miércoles en Bruselas y después un encuentro el jueves en Viena con la Organización por la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), de la que Kiev es miembro.
El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, prometió a Kiev que “no habrá negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania”, pero el presidente Joe Biden sopesa la posibilidad de ofrecer a Rusia una reducción simultánea de tropas en el este de Europa como primer paso para poner fin a la crisis de Ucrania, reportó NBC.
“Estamos dispuestos a responder con fuerza a una nueva agresión rusa. Pero una solución diplomática aún es posible, y preferible, si Rusia la elige”, expresó Blinken.
Stoltenberg estimó también que la reunión entre la OTAN y Rusia, la primera desde el verano de 2019, es “una señal positiva, pues las tensiones son muy elevadas”.
Pero los ministros occidentales también llamaron a la “desescalada” rusa para favorecer la diplomacia, reiterando sus líneas rojas.
Rusia “quiere llevarnos a un debate sobre la OTAN, más que dejarnos concentrar sobre el verdadero problema, que es su agresión contra Ucrania, Nos nos dejaremos distraer por eso”, manifestó Blinken en un discurso muy ofensivo a ojos de Moscú.
Blinken también advirtió contra la posibilidad de que Moscú “urdiese una provocación o un incidente para utilizarlo en su propósito de justificar una intervención militar”.