La figura y trayectoria del actor Sidney Poitier, fallecido a los 94 años este viernes en Bahamas, es de enorme relevancia a escala internacional, ya que su trabajo actoral permitió romper con una serie de prejuicios y estereotipos ideológicos y de racismo, consideró el creador escénico e investigador Luis Mario Moncada.
“Actor admirable y con un gran carisma, el trabajo de Poitier, junto con el del también músico, actor y activista Harry Belafonte, conforman un binomio, desde la actuación y la música, que impactó en las prácticas artísticas que eran de los blancos y que resonó en los públicos de todos los ámbitos, tanto políticos, sociales, raciales y creativos”, dijo a La Jornada.
De acuerdo con Moncada, Poitier “marcó una tendencia que, sin confrontar los cánones tradicionales de la cultura de masas de los blancos, penetró en un mercado hecho por los blancos, y fue reconocido gracias a su sólido trabajo actoral, lo que demostraba que no importaba el color de la piel”.
Estamos hablando de hace más de 60 años, añadió el también dramaturgo, cuando comenzó su labor y que tiene que ver con el surgimiento del movimiento de los derechos civiles, impulsado por la comunidad negra en Estados Unidos.
“Quién no recuerda las cintas Adivina quién viene a cenar está noche y Al maestro con cariño, películas que tienen que ver con la ruptura de los prejuicios. Poitier lo que tiene es un enorme carisma y empatía. Es un personaje que se va ganando a la gente por convicción, y no por la confrontación”, destacó .
“Poitier no reclama ni dice: yo tengo derecho a esto y esto otro, sino que, mediante la empatía, su porte y su sonrisa, convence a los demás. Esa forma de ganarse a la gente por convicción, es un aspecto muy importante en la lucha por los derechos civiles, que no confronta, sino que convence, seduce y persuade por medio de su comportamiento e inteligencia. Fue un importante líder por los derechos civiles, que rompió con prejuicios raciales, no con la confrontación, sino con el convencimiento”.
Además de su sólido trabajo actoral, es de llamar la atención que era un galán en los personajes que interpretaba, lo que despertaba pasiones en las mujeres, considerando que los papeles en el cine para los actores negros estaban centrados en cierto tipo de roles. Él rompió ese paradigma, no sólo por hacer papeles protagónicos, sino porque además despertaba el deseo sobre todo entre el público femenino”.
Para el director de teatro y actor Enrique Singer, Sidney Poitier abrió una brecha muy significativa para muchos otros actores, en un contexto en el que aún se lamentaba la muerte de Martin Luther King. Con el trabajo de Poitier, se llega a posicionar, por primera vez, a los actores afrodescendientes. Siempre representó a personajes inteligentes, rompiendo con los prejuicios y los estereotipos que generalmente se les ofrecía a los actores negros. En la cinta Al maestro con cariño, lo vemos como un profesor muy humano e inteligente que saca adelante a un grupo de estudiantes, y donde se pone de manifiesto, precisamente, el prejuicio de los jóvenes.
Para el crítico de cine Luis Tovar, director de La Jornada Semanal, la relevancia de Poitier va por dos vías: una, como un reconocido actor, y otra, lo que representaba su trabajo, en una época en la que los afroamericanos eran discriminados de una manera brutal.
“Él luchó contra todo eso. Primero para conseguir contratos y papeles fuera de los estereotipos. Como figura pública y social, lo que Poitier representaba eran personajes con dignidad, lo que con el tiempo se fue normalizando. Él nunca aceptó un papel que como actor de raza negra tuviera que representar a un delincuente, drogadicto, sirviente o el tonto bueno de la película, sino que siempre representó a personajes con dignidad e integridad. Su muerte, lo que ahora hace, es volverlo inmortal”.
El colaborador de de esta sección y crítico cinematográfico Leonardo García Tsao mencionó: “Su importancia es insoslayable. Fue el primer actor negro en ser una estrella hollywoodense, rompiendo así varias barreras raciales. Por una vez, el término legendario es justo”.