Tel Aviv. El viceministro israelí de Economía, Yair Golan, recibió ayer una lluvia de críticas, incluso lo llamaron “nazi”, tras haber llamado “infrahumanos” a los residentes de un asentamiento no autorizado en Cisjordania, desatando una aguda controversia que subraya la fragilidad de la heterogénea coalición de gobierno.
Golan, ex subjefe militar y miembro del partido pacifista Meretz expresó a la emisora Knesset Channel: “Esos no son seres humanos, son infrahumanos. Son gente despreciable, lo peor del pueblo judío. No merecen ningún apoyo, en absoluto. Esta tendencia nacionalista, radical nos llevará a la catástrofe”.
Golan se refería a los habitantes de un puesto de avanzada levantado de manera ilegal en Cisjordania, que fue evacuado como parte de la retirada israelí de la franja de Gaza en 2005, pero donde los colonos han tratado una y otra vez de erigir estructuras habitacionales.
Además, los colonos y sus partidarios se han enfrentado repetidas veces con residentes palestinos de aldeas vecinas. Golan explicó que se refería a colonos sospechosos de haber profanado un cementerio musulmán cercano, lo que comparó con un “pogromo”.
En entrevista para la Radio del Ejército Israelí, ayer por la noche, Golan defendió sus comentarios, aclarando que la mayoría de los colonos de Cisjordania son respetuosos de la ley.
En un tuit, el premier Naftali Bennett calificó los comentarios de Golan de “asombrosos y algo que raya en la calumnia”.
Los ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa también condenaron los comentarios de Golan.
En tanto, la administración israelí recomendó el miércoles la construcción de unas 3 mil 500 nuevas casas para colonos en Jerusalén Este, proyecto repetidamente denunciado por la Organización de Naciones Unidas, los palestinos y grupos defensores de derechos humanos.
El comité local de urbanismo y vivienda de la ciudad de Jerusalén, compuesto por funcionarios municipales electos, respaldó el proyecto, indicaron ONG y autoridades locales.
Un total de 2 mil 92 de viviendas están proyectadas para construcción cerca del monte Scopus y mil 465 entre los barrios de Givat Hamatos y Har Homá, indicaron.
Estas zonas se sitúan en la “línea verde” que en teoría separa el este de Jerusalén anexionado por Israel, que los palestinos ven como la capital de su futuro Estado.
El respaldo del comité local hace que el proyecto pase a manos del comité de urbanismo regional de Jerusalén, que tiene la autoridad para aprobarlos.
“Estos planes añaden tensión en el terreno y reflejan la descarada discriminación de que el gobierno esté construyendo en Jerusalén Este viviendas sólo para israelíes, mientras cientos de miles de palestinos en la ciudad apenas pueden construir nada”, denunció el grupo antiasentamientos Paz Ahora.