Hasta a 60 por ciento de los derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) no les son surtidos en su totalidad los medicamentos que se les prescriben, sobre todo aquellos para tratar la diabetes y la hipertensión arterial, y siete de cada 10 terminan comprándolos por su cuenta, según encontró la Secretaría de la Función Pública (SFP).
En la auditoría 03/2021, realizada por el Órgano Interno de Control –que representa a la SFP dentro del Issste–, se detectó además que hasta 68 por ciento de los pacientes prefiere acudir a médicos especialistas privados por las tardanzas en los servicios que presta el instituto.
En los resultados de la revisión realizada el año pasado a la Dirección Normativa de Salud y a la Subdirección de Gestión y Evaluación en Salud del Issste, el Órgano Interno de Control señala que como resultado de la aplicación de 537 cuestionarios de satisfacción a igual número de derechohabientes en 34 unidades de medicina familiar, escogidas de forma aleatoria en la zona metropolitana del valle de México, “se verificó que los servicios médicos otorgados no se prestan con eficiencia y eficacia que satisfagan las expectativas de calidad de la derechohabiencia”.
La SFP detectó que el sistema de citas del instituto por Internet y teléfono es inoperante, pues no es utilizado por los derechohabientes. Detalló que “sólo 5 por ciento obtuvo su cita por Internet y otro 5 por ciento por teléfono, en tanto que el 90 por ciento restante manifestó que dicho sistema no funciona, por lo que debió obtener su cita de manera tradicional, mediante el sistema de entrega de ‘fichas’ directamente en la unidad médica”.
Esperas de cuatro horas para consulta
Además, se determinó que en promedio, para ser atendido, el derechohabiente debe esperar cuatro horas, lo cual resulta excesivo en relación con la duración de la consulta, que en promedio es de 15 minutos.
Si bien 88 por ciento de los derechohabientes aseguraron que el médico familiar fue amable durante la consulta, 16 por ciento aseveraron que el profesional no les dio tiempo para explicar su malestar, 33 por ciento consideraron que no fue examinado con detenimiento y 22 por ciento expresaron que el facultativo no le dio tiempo de aclarar dudas o hacer preguntas.
Esto, según el documento, incide en la percepción del derechohabiente sobre la calidad de la consulta, pues sólo para 58 por ciento es “buena” y únicamente para 5 por ciento es “excelente”.
Hasta dos años para ser enviado al especialista
En relación con el tiempo que tarda un paciente en ser referido al médico especialista, 34 por ciento consideró que es “mucho” (entre tres y seis meses) y 32 por ciento aseveró que “excesivo” (entre 1.5 y dos años). Esto, según la auditoría, “incide en el 68 por ciento que dijo preferir acudir al médico especialista por su cuenta”. Asimismo, resalta que 33 por ciento respondió que “dada la tardanza en el servicio que presta el instituto y por practicidad, prefiere acudir a los servicios de consulta médica que ofrecen las farmacias particulares”.