Washington. El secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, aseguró ayer que Rusia debe bajar la presión sobre Ucrania si quiere conseguir progresos diplomáticos, a la vez que advirtió de “importantes consecuencias” si ocurre una invasión.
“Será muy difícil hacer un progreso real en una atmósfera de escaladas y amenazas, con una pistola apuntando a la cabeza de Ucrania”, subrayó Blinken en conferencia de prensa conjunta con la ministra del Exterior de Alemania, Annalena Baerbock, antes de la serie de conversaciones entre Occidente y Moscú programadas para la próxima semana.
El gobierno ruso anexó a su territorio la península de Crimea en 2014, lo que generó una crisis que ha dejado más de 13 mil muertos. La tensión actual se agudizó luego de que Moscú desplegó 100 mil soldados a lo largo de la frontera con Ucrania sin un plan de invasión y lanzó dos propuestas de seguridad para evitar la expansión militar de Occidente en la región.
Las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia deben comenzar el lunes en Ginebra, seguidas de una reunión entre Moscú y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y otra de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, informó que Washington no va a responder a las propuestas de seguridad de Moscú “punto por punto” porque muchas no ameritan una respuesta. Señaló que las próximas conversaciones sobre seguridad entre ambos países serán pragmáticas y orientadas a la obtención de resultados, y podrán registrar avances si Moscú va con disposición a negociar.
Alexandr Grushkó, viceministro ruso del Exterior, declaró a la agencia de noticias Sputnik que su gobierno necesita “resultados concretos” del diálogo con la OTAN sobre las garantías de seguridad, y destacó que “no hablará en vano” para abordar las recientes tensiones en el este de Europa.
Al visitar el pueblo de Stanytsya Luganska, en la región de Lugansk, la primera línea de la guerra de Ucrania con las fuerzas respaldadas por Rusia, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, reiteró el pleno apoyo del bloque “a la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania” ante una invasión.
En conferencia conjunta con Borrell, el canciller ucranio, Dimitro Kuleba, aseguró que Rusia “no tiene derecho a dividir Europa en zonas de influencia” y “no tiene derecho de voto” para determinar “la naturaleza” de las relaciones entre Kiev y la Unión Europea.