Moscú/Almaty. Más de 2 mil personas fueron detenidas en las calles de Almaty, la capital económica de Kazajistán, tras los disturbios de los últimos días que dejaron decenas de muertos y un millar de heridos, según agencias de noticias rusas, que retoman datos oficiales.
VIDEO: Manifestantes incendian edificios de la casa presidencial de Kazajistán.
"Los agentes de policía de Almaty salieron a limpiar las calles (…) En total, unas 2.000 personas fueron llevadas a comisaría", indicó el ministerio de Interior, citado por las agencias TASS y Ria Novosti.
El gobierno de Kazajistán anunció el jueves que impondrá un límite durante seis meses a los precios de venta de los carburantes, en un momento en que las manifestaciones contra el aumento del precio del gas cobran fuerza y se tornan más violentas en el país.
Esta medida busca "estabilizar la situación socioeconómica" en este país de Asia central, donde las protestas ya dejaron decenas de muertos y un millar de heridos.
Decenas de manifestantes murieron a manos de la policía y más de mil resultaron heridos en Kazajistán, indicaron las autoridades, el mismo día en que Rusia y sus aliados enviaron tropas para hacer frente a los violentos disturbios en el país.
La cólera, que comenzó el domingo en zonas provinciales por el aumento de los precios del gas, se extendió a la mayor ciudad del país, Almaty, donde se convirtió en revuelta, con los manifestantes tomando edificios del gobierno y, brevemente, el aeropuerto, a medida que aumentaban los saqueos.
Ante el caos, la vecina Rusia y sus aliados de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) anunciaron el jueves el envío a Kazajistán del primer contingente de una "fuerza colectiva de mantenimiento de la paz", a petición del gobierno autoritario de este país centroasiático.
El contingente, formado por tropas rusas, bielorrusas, armenias, tayikas y kirguisas, tendrá la misión de "proteger las instalaciones estatales y militares" y "ayudar a las fuerzas del orden kazajas a estabilizar la situación y restablecer el estado de Derecho".
El presidente kazajo, Kassym Jomart Tokayev, no ha logrado hasta ahora sofocar las protestas, a pesar de concesiones sobre los precios del gas, de la dimisión del gobierno y de la introducción del estado de emergencia y el toque de queda nocturno en el país.
El jueves, la policía informó de que "decenas" de manifestantes habían muerto cuando intentaban tomar edificios administrativos y comisarías.
El ministerio de Salud indicó de que había más de mil heridos, entre ellos 62 en cuidados intensivos.
Además 13 miembros de las fuerzas de seguridad murieron, dos de los cuales fueron encontrados decapitados, y 353 resultaron heridos, según la televisión estatal.