Ciudad de México. La inflación no cederá al objetivo del Banco de México durante 2022, incluso el balance de riesgos sobre su trayectoria se ha deteriorado y en parte se debe a que la tendencia en los precios es importada del encarecimiento que también se vive en Estados Unidos, muestran las minutas del organismo central.
Durante la última reunión de política monetaria, cuando se decidió incrementar a 5.50 por ciento la tasa de referencia, todos los integrantes de la junta de gobierno del Banco de México indicaron que las presiones inflacionarias globales e internas continúan afectando a la inflación anual general y subyacente, esta última menos propensa a la volatilidad.
A su vez, todos reconocieron que “las expectativas de las inflaciones general y subyacente para 2021, 2022 y para los próximos 12 meses volvieron a incrementarse, así como las de mediano plazo, mientras que las de largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta”, exhibe el documento.
En general, la mayoría de los integrantes del Banco de México subrayó que las expectativas de inflación para 2022 ya se encuentran por encima del límite superior del rango objetivo, el cual es de 4 por ciento. Tan sólo en noviembre, el indicador de bienes y servicios en el país reportó un incremento anual de 7.37 por ciento.
Con dicho avance, la mayoría de los miembros del banco central mencionó que en noviembre la inflación general alcanzó su nivel más alto desde enero de 2001 e incluso se exhibió que más de la mitad de los bienes y servicios que conforman el índice nacional de precios al consumidor están creciendo a tasas superiores al 5 por ciento.
“Todos mencionaron que la inflación subyacente enfrentó presiones en los precios de las mercancías y un repunte en los de los servicios. Algunos subrayaron que el componente subyacente acumuló 12 incrementos mensuales consecutivos en noviembre”, reportan las minutas.
Incluso hubo un integrante de la junta de gobierno que recalcó: sólo en las mercancías, al menos el 70 por ciento de los precios aumentaron más de 5 por ciento en un año.
En este contexto, en la discusión hubo quien planteó que “las tasas de crecimiento anual de múltiples componentes por encima de la meta inflacionaria reflejan no solo un problema asociado a productos afectados por los cuellos de botella sino uno generalizado”.
Aunque la mayoría también observa que debido a la profunda integración económica con Estados Unidos, la mayor inflación en este país ha contribuido al repunte de los precios en México.
Sobre la actividad económica, la mayoría de los integrantes de junta de gobierno de Banco de México consideró que, tras la contracción del tercer trimestre, en octubre se comenzó a ver una recuperación “frágil, incompleta y heterogénea entre sectores”; también acotó que, si bien el mercado laboral sigue recuperándose, aún presenta afectaciones respecto de los niveles previos a la pandemia y el reciente aumento al salario mínimo podría generar presiones en los costos laborales.