Incertidumbre laboral, deudas, retraso en los pagos, cero prestaciones (nada de aguinaldo ni inscripción a servicios de salud). Esa es la situación de maltrato y precarización con la que comenzaron 2022 cientos de trabajadores de las instituciones de cultura federales contratados bajo el esquema de Capítulo 3000.
Empleados de la Fonoteca Nacional se sumaron ayer a las denuncias que esa situación genera en el sector, luego de que la comunidad de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) destapó hace unos días que, cada principio de año, las recontrataciones del personal llamado ‘eventual’ tardan o se condicionan a justificar las labores, aun cuando se trata de trabajadores especializados que llevan varios años en sus puestos, a la espera de ser basificados.
En un comunicado, los integrantes del Colectivo de Trabajadores Capítulo 3000 de la Fonoteca Nacional reprocharon que el director de esa institución, Pavel Granados, “ha sido omiso” respecto al tema.
“Seguimos sin tener comunicación con las autoridades; como resultado, queremos denunciar que se ha prolongado hasta hoy la incertidumbre sobre el futuro laboral de los trabajadores, desconocemos si seremos contratados, y si es así las fechas en que esto sucederá, así como el momento en que regresaríamos a desempeñar nuestras funciones.
“Volveremos a insistir al director Pavel Granados para que dé certidumbre sobre la cabal contratación de todos los trabajadores Capítulo 3000 de la Fonoteca Nacional”, señalan en su escrito difundido en su cuenta de Twitter.
Son más de 70 personas las que se encuentran en esa situación, dijo a La Jornada una de las trabajadoras, quien solicitó el anonimato para evitar represalias.
“Sin un comunicado de por medio como ocurrió en la ENAH, nos han dicho que las recontrataciones ‘se verán’ de manera individual. Es decir, que uno a uno nos llamarán para avisarnos si continuamos laborando en la Fonoteca o no. Hay personal de todas las áreas y todos tenemos labores esenciales.
“Pero hoy 5 de enero no tenemos contrato, ni nos han llamado. De manera formal no sabemos si la Fonoteca está de vacaciones o si reiniciará actividades el día 10. Puede suceder que de repente nos digan que nos presentemos el lunes. Sin embargo, aun si nos recontrataran, recibiremos el sueldo, si bien nos va, hasta marzo, como sucedió el año pasado.”
–¿No cobran nada durante enero y febrero?
–No. Por costumbre es hasta marzo y abril cuando comienzan a caer los primeros pagos. En toda la Secretaría de Cultura federal esa es una constante de quienes están contratados por Capítulo 3000. ¿Cómo sobrevivimos? Endeudándonos. Si nos llaman a trabajar vivimos de las promesas de que se nos va a dar contrato y que se nos va a pagar. Esos dos o tres meses vivimos con la ayuda de Dios.
“El Capítulo 3000 es una simulación laboral que se repite en todas las instituciones del sector. En ese proceso, por supuesto, se dan recortes de personal, porque siempre hay trabajadores a los que ya no recontratan, sin importar los años que lleven en las dependencias, y se van, obviamente, sin finiquitos ni registro de antigüedad laboral.
“Muchos, en la desesperación, comienzan a buscar otros trabajos en diciembre, pero deben ser temporales, por si nos llaman. Claro, no hay un despido masivo, pero es gracias a la presión mediática.
“Al menos en la Fonoteca es casi seguro que habrá despidos aislados, y en eso radica nuestra incertidumbre, pues al día de hoy no sabemos a quién le va a tocar no ser recontratado; incluso, esos despidos pueden ser estratégicos, cuando ubican a quienes han estado activamente involucrados en las denuncias y protestas”, concluyó.