Bruselas. El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, subrayó ayer que una hipotética “agresión militar” de Rusia contra Ucrania “tendrá consecuencias masivas y graves costos”, al comenzar una visita oficial a la antigua república soviética, la cual concluirá este jueves.
Borrell, quien tiene previsto visitar el frente de combate en la zona del Donbás, conversó antes de su visita con el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, para confirmar el “inquebrantable apoyo de la UE a la soberanía, la independencia y la integridad territorial” de Ucrania.
El jefe de la diplomacia europea instó a Moscú a rebajar tensiones y poner en práctica los acuerdos de Minsk, llamados a poner fin a la guerra en las regiones separatistas del este de Ucrania, de acuerdo con un comunicado de su oficina.
Borrell examinó con Stoltenberg “los dos borradores de tratados sobre garantías de seguridad que Rusia presentó a Estados Unidos y los miembros de la alianza atlántica”.
Durante su visita, el diplomático europeo se reunirá con funcionarios ucranios en Kiev y visitará la “línea de contacto”, donde las fuerzas armadas de Ucrania se enfrentan a los separatistas respaldados por Rusia.
En tanto, los ministros de la OTAN mantendrán conversaciones virtuales de emergencia el viernes sobre la situación en Ucrania y abordarán “asuntos generales de seguridad europea”.
Mientras, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitri Kuleba, declaró que la visita de Borrell a Donbás es parte de las medidas de contención de Rusia.
“La gira puede considerarse parte del paquete de contención, es oportuna y una manifestación concreta del apoyo a Ucrania y a la solidaridad con los connacionales que residen en la zona de combates en Donbás”, declaró Kuleba, citado por la agencia Ukrinform.
El gobierno ruso anexó a su territorio la península de Crimea en 2014, crisis que ha dejado más de 13 mil muertos. La tensión actual en esa región se agudizó luego de que Moscú desplegó 100 mil militares a lo largo de la frontera con Ucrania.
En un intento por calmar las tensiones, los funcionarios rusos y estadunidenses sostendrán conversaciones el día 10 en Ginebra, donde el presidente estadunidense, Joe Biden, y su par ruso, Vladimir Putin, se reunieron el año pasado. Dos días después, los países occidentales se reunirán con Rusia en el Consejo OTAN-Rusia.
Las conversaciones continuarán el 13 de enero por conducto de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, organismo que incluye a Estados Unidos, sus aliados de la OTAN, Rusia y los antiguos estados soviéticos.
El bloque europeo teme ser marginado mientras Estados Unidos y Rusia discuten el equilibrio de poder en Europa en conversaciones que recuerdan la era de la guerra fría.