Buenos Aires. El dirigente humanitario argentino Adolfo Pérez Esquivel (90 años), Premio Nobel de la Paz 1980, fue dado de alta tras permanecer hospitalizado en la ciudad de Mar del Plata (sur) por un accidente cerebrovascular isquémico, informó la familia en redes sociales.
"Adolfo ya ha sido dado de alta y se encuentra camino a Buenos Aires para continuar con su recuperación", escribió la familia a última hora del martes.
Defensor de derechos humanos, arquitecto, escultor y fundador del Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), Pérez Esquivel había sido internado el sábado en un sanatorio del popular balneario marplatense.
Los médicos que le trataron habían reportado que estuvo "cursando un accidente cerebrovascular isquémico", pero que luego pasó a estar "clínicamente estable, lúcido y con muy buena evolución de su cuadro".
El accidente de tipo isquémico se produce por un bloqueo momentáneo del flujo de sangre al cerebro. Tratado a tiempo evita un derrame cerebral más grave.
Pérez Esquivel fue uno de los líderes del movimiento en defensa de la democracia y los derechos humanos en los tiempos en que la dictadura (1976-1983) aplicaba un plan sistemático de exterminio y desaparición de opositores, caso por el que han sido condenados en Argentina más de un millar de militares y policías.
Su militancia le costó ser víctima de torturas y encarcelamiento. En momentos en que estaba bajo un régimen de libertad vigilada, el Comité Noruego del Nobel anunció su premiación, galardón que enfureció a la dictadura.
De fuertes convicciones religiosas cristianas, dijo al recibir el Nobel que "la violencia institucionalizada, la miseria y la opresión consagran un orden social que beneficia a unos pocos: ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres".
Hijo de un inmigrante español de Galicia y una madre de origen indígena guaraní, es admirador de líderes humanitarios del siglo XX como Mahatma Ghandi y Martin Luther King.