Si bien el presupuesto autorizado con el que cuenta el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para sus cerca de 2 mil trabajadores eventuales es de 86 millones de pesos, lo que realmente ejerce en ese rubro son 490 millones de pesos, por lo que la dependencia está sujeta a una necesidad permanente de justificar la contratación de ese tipo de personal.
Así lo aseguró Aída Castilleja, secretaria técnica de esta instancia, en una sesión extraordinaria de los órganos colegiados de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) efectuada ayer en línea para aclarar la situación de los 60 trabajadores temporales, luego de que el pasado fin de semana surgió la versión de que no se les renovaría su contrato este 2022.
Como parte de esa reunión, el antropólogo Diego Prieto, director general del INAH, reafirmó lo declarado en días pasados a La Jornada de que todos los trabajadores eventuales de la ENAH serán recontratados y se comprometió no sólo a tener listos los documentos este viernes, para que sean firmados a más tardar el lunes próximo, sino también, a que hará todo lo posible para que reciban su primer pago del año el 10 de enero o, como plazo máximo, la segunda quincena del mes, el próximo día 25.
Con tal compromiso, el funcionario consideró superada esa problemática coyuntural en la ENAH, que irrumpió de forma pública el pasado fin de semana cuando su director, Hilario Topete, tras la recepción de un oficio del instituto, alertó que ese centro educativo estaba “en riesgo de desaparecer” si no se renovaban los contratos de su personal eventual.
Aunque Diego Prieto atribuyó el problema a una mala lectura o interpretación del oficio que especifica que para el ejercicio presupuestal 2022 el INAH no tiene contemplada la contratación de más personal de aquel que laboró en 2021, integrantes de los consejos Técnico y Académico de la ENAH aprovecharon la citada reunión para reiterar que la problemática en esa escuela es más profunda y tiene que ver con un creciente problema de precarización y violaciones a los derechos laborales.
Alfredo Flores, profesor de asignatura en esa institución, calificó de lamentable que las autoridades emitan una serie de documentos que, a su parecer, lejos de atender los problemas que enfrenta la escuela, los agrava.
“No basta con venir a decir que se malinterpretó mal un oficio, que todo va a seguir igual, que ya se resolvió el problema, cuando en realidad no sólo no se ha resuelto, sino que se siguen manteniendo la violencia contra los trabajadores y violando sistemáticamente sus derechos laborales.
“Es una violencia sistemática por parte de las autoridades: el no pago, el retraso en el mismo, el decir que no habrá contrataciones; ahora, es seguir garantizando esas condiciones de inestabilidad laboral a las que estamos sometidos todos los trabajadores que realizamos ta-reas sustantivas.”
De acuerdo con el docente, la pregunta es “¿cuándo las autoridades del instituto dejarán de violar las condiciones generales de trabajo y los derechos laborales adquiridos de los profesores de asignatura y de los otros mal llamados eventuales, que también realizan actividades sustantivas? ¿Cuándo habrá un pleno reconocimiento de esos derechos laborales a través de un proceso de basificación por justicia laboral. Es un absurdo hablar de nuevas plazas. No se tienen que crear nuevas, se tienen que regularizar las que ya existen”.
A su decir, el punto es atender el problema de fondo. “¿Cuándo las autoridades van a reconocer que sistemáticamente violan nuestros derechos laborales y cuándo van a hacer lo conducente para que eso no siga ocurriendo? Ojalá esta coyuntura contribuya a que las autoridades lo hagan”.
Antes, Diego Prieto aseguró que se ocupa “de manera particular de atender la circunstancia en que vive el personal eventual del INAH, que no son 60, sino 2 mil, y que son personas que se han ido incorporando como fuerza laboral del instituto, primero, de manera muy irregular, como trabajadores llamados compactados, donde se llegaron a desarrollar más de 80 niveles salariales, y después, cuando se saturó esa opción, se generó la de los dichosos indocumentados”.
Destacó que se ha buscado que esos trabajadores tengan mayor estabilidad en el empleo y que incluso lo ha planteado a la Secretaría de Hacienda. En ese sentido, llamó a la comunidad de la ENAH a que “sigamos trabajando para lograr la regularización del personal eventual y algunas opciones para que pueda tener mayor estabilidad. Ahí voy a convocar a las organizaciones sindicales que tienen agremiados en los distintos sectores del instituto para que platiquemos ese tema de los eventuales”.