Ciudad de México. Las plantaciones de palma de aceite se han extendido desde hace 21 años en el país, sobre todo en Chiapas, donde se siembra 70 por ciento de alrededor de 100 mil hectáreas, incluidas áreas de la reserva de la biosfera La Encrucijada y el parque nacional Palenque. Afectan zonas de conservación de los recursos naturales, ocasionan deforestación y contaminación del agua por el uso de químicos en las siembras.
Esto señala el estudio Cultivo de palma de aceite en México, de Cristina de la Vega y Daniel Sandoval, entre otros autores, editado por el Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam). Indica que sobre este cultivo agroindustrial hay una gran polémica porque está asociado con procesos de producción de corte extractivista.
Durante la presentación del reporte Claudia Ramos, de la organización Agua y Vida, Mujeres, Derecho y Ambiente, destacó que en estas plantaciones se utilizan fertilizantes y glifosato, que en conjunto generan más salinización, contaminan fuentes de agua. En la entidad chiapaneca hay al menos 11 procesadoras de aceite y las zonas de interés empresarial son el norte y sur del estado. Entre los efectos están que se vierten los residuos en los acuíferos de las comunidades.
Martha Félix Alonso, de la casa de apoyo a la mujer Ixim Antse-tik, de Palenque, Chiapas, dijo que “desde 1995 sufrimos por esta siembra, la comunidad está a 40 metros de las plantaciones”. Han afectado el agua, “sufrimos de escasez, ya no se dan las cosechas por la afectación del suelo, los animales se mueren y cuando beben agua de los arroyos se enferman y, además, existen demasiadas moscas en la región debido a la contaminación”.
El documento indica que en la nación desde hace varias décadas existe “una voluntad política” de desarrollar el sector de la palma de aceite y el cultivo ha sido considerado como estratégico en la planeación agrícola desde la década de los 90. Además ha sido fomentado a través de programas federales y estatales. Esto ha llevado a una rápida expansión de sus plantaciones en el sureste.
Indica que las principales áreas de cultivo son la costa de Chiapas y la región de Benemérito de las Américas y Marqués de Comillas. Actualmente, la mayor expansión es en el corredor que une el sur de la región de Los Tuxtlas, en Veracruz, con Palenque y el este de Campeche, pasando por Tabasco. En 2019 se estimaban 101 mil hectáreas cultivadas, se cosechaban 72 mil, y la producción nacional de aceite fue de 211 mil toneladas, 30 por ciento de la demanda nacional.
Crecen los impactos en las zonas de los trópicos
La mayoría de las plantaciones se ubican donde antes eran bosques tropicales, y aunque a escala mundial la palma de aceite provoca alrededor de 0.5 por ciento de la deforestación, hay zonas en los trópicos donde llega a ser de hasta 50 por ciento. Aparte de los impactos ambientales relacionados con el uso de agroquímicos en las plantaciones, la extracción y refinación del aceite de palma son procesos industriales que conllevan impactos ambientales considerables, refiere.