Dover. Una de las primeras imágenes de 2022 de los migrantes que cruzan el Canal de la Mancha hacia el Reino Unido fue la de un bebé en brazos de un hombre bajando de un barco de rescate, tras un año en el que se triplicaron las travesías por esta peligrosa ruta migratoria.
El hombre y el bebé, fotografiados el martes por un reportero de la AFP en el concurrido puerto de Dover (sureste de Inglaterra), fueron atendidos por los servicios de inmigración.
En 2021, al menos 28 mil 395 migrantes llegaron a las costas inglesas en embarcaciones precarias, más del triple que los aproximadamente 8 mil 400 del año anterior, según la agencia de noticias británica PA, que se basa en cifras del Ministerio del Interior.
Un fenómeno que no ha dejado de crecer desde que en 2018 se acentuaron los controles en el puerto francés de Calais (de donde parte la mayoría de barcos hacia Inglaterra) y en el túnel ferroviario bajo el Canal de la Mancha que los migrantes solían cruzar escondiéndose en los innumerables camiones transportados a diario.
Solo en noviembre de 2021, llegaron a las costas inglesas cerca de 6 mil 900 migrantes. Esta ruta es una de las más peligrosas debido al intenso tráfico en la zona, las fuertes corrientes y la baja temperatura del agua.
El incremento de las llegadas clandestinas se ha convertido en una pesadilla política para el primer ministro británico, Boris Johnson, que había prometido un mayor control sobre la inmigración tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
Los cruces son también una fuente habitual de tensión entre los gobiernos británico y francés: el primero considera insuficientes los esfuerzos realizados por el segundo para impedir que las embarcaciones zarpen de sus costas pese a las ayudas económicas de Londres para reforzar la vigilancia.
El contexto se volvió aún más tenso tras el naufragio de una embarcación en noviembre en el Canal de la Mancha, el más mortífero en esta vía marítima, en el que perecieron 27 migrantes.