París. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se comprometieron ayer, en un contexto de tensiones, a “evitar la proliferación” de armas nucleares con el argumento de que cualquier guerra atómica que las implique nunca podrá ganarse.
En plenas negociaciones con Irán por su programa nuclear, Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña y Francia subrayaron su “voluntad de trabajar con todos los estados para establecer un entorno de seguridad que permita conseguir más progresos en materia de desarme, con el objetivo último de un mundo sin armas nucleares”, explicó en un comunicado la presidencia francesa, que coordinó la labor de los estados.
“Cada uno de nosotros mantendrá y reforzará aún más sus medidas nacionales para prevenir el uso no autorizado o no intencionado de armas nucleares”, indica el texto, firmado por los miembros del Consejo de Seguridad y publicado una semana antes de que se celebren las negociaciones entre Moscú y Washington en Ginebra sobre los tratados de control de armamento atómico y sobre la situación en la frontera con Ucrania.
“Afirmamos que no se puede ganar una guerra nuclear y nunca debe librarse”, manifestaron los miembros del consejo, y recalcaron que “mientras existan las armas nucleares, deben utilizarse con fines defensivos, de disuasión y prevención de la guerra”.
La declaración se emitió antes de la décima conferencia del Tratado sobre la No Proliferación, el cual entró en vigor en 1970.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró que “se siente motivado por el compromiso de los países poseedores de armas nucleares de adoptar medidas para prevenir una guerra nuclear, en consonancia con su llamado de larga data al diálogo y la cooperación con este fin”.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, Abdulla Shahid, destacó que busca “evitar una carrera armamentista que no beneficiaría a nadie y pondría en peligro a todos”.
Rusia espera que la firma sirva para reducir las “tensiones mundiales”, e insistió en que es necesaria una cumbre del Consejo de Seguridad de la ONU, mientras China señaló que la declaración “aumentará la confianza mutua” y reducirá el riesgo de conflicto nuclear.
En tanto, Irán declaró haber constatado el enfoque “realista” adoptado por los occidentales en las negociaciones para salvar el acuerdo nuclear en Viena, donde se reanudan las conversaciones tras una pausa de tres días.