Madrid. El premier de Sudán, Abdalá Hamdok, dimitió ayer debido al estancamiento político tras el golpe de Estado de octubre y en protesta por la muerte de cuatro manifestantes en una marcha que se dirigía al palacio presidencial de Jartum en desafío al corte de las telecomunicaciones y un enorme despliegue de seguridad.
Hamdok reprochó al ejército incumplir un acuerdo firmado entre las fuerzas civiles y militares, que incluía un compromiso para evitar el derramamiento de sangre.
“Hemos presentado varias iniciativas que han caído en oídos sordos”, señaló. “Incluso, tras el golpe firmamos un pacto con los militares para tratar de restaurar el rumbo de la transformación democrática civil”, dijo.
Destacó que haber aceptado el cargo de premier en 2019 estaba condicionado al cumplimiento del acuerdo y el consenso entre las fuerzas políticas y militares, “pero el pacto no ha sobrevivido con el mismo nivel de armonía con el que comenzó”.
Hamdok apuntó que en los dos años que lleva en el cargo, el gobierno de transición afrontó desafíos como el aislamiento internacional, la corrupción y el pago de deuda, además de que logró ampliar las libertades.
“Hemos hecho un esfuerzo por sacar al país del aislamiento internacional”, explicó, al tiempo que agradeció a todos los países que han creído en la revolución sudanesa.
Consideró que se han logrado importantes avances, en particular en el ámbito de la pacificación, en referencia al Acuerdo de Yuba con varios grupos armados.
“A pesar de los obstáculos para la aplicación del acuerdo del gobierno de transición, se ha podido silenciar el sonido de las pistolas y revivir la esperanza para millones de refugiados y desplazados”, asentó.
“Debemos renunciar a la violencia y a la división y creer en la victoria para construir un nuevo Sudán. El futuro del país es tener un gobierno democrático civil. El pueblo tiene la autoridad final y las fuerzas de seguridad están bajo sus órdenes para mantener su unidad e integridad territorial. La revolución avanza hacia su objetivo y la victoria es inevitable”, sostuvo.
El discurso televisado fue pronunciado en el 66 aniversario de la independencia de Sudán y en el tercer aniversario de la salida del poder del dictador Omar Hassan Bashir.
En tanto, el Comité de Médicos de Sudán informó ayer de al menos cuatro muertos en las manifestaciones en Jartum, capital del país, para exigir la salida del ejército del poder y la instauración de un gobierno formado íntegramente por civiles.
Las cuatro muertes se reportaron en Omdurmán.
También se llevaron a cabo manifestaciones en Kessala, Puerto Sudán y Madani.
Además, las autoridades volvieron a cortar el acceso al Internet y restringieron el funcionamiento de los celulares.