Con una deuda mundial en niveles históricos, sistemas de salud que colapsaban a medida que avanzaba la pandemia de covid-19 y una pobreza extrema extendida incluso por arriba de 70 por ciento de su población, 67 países tomaron financiamiento del Banco Mundial (BM)con el objetivo de inmunizar a sus habitantes.
Sin embargo, los créditos que en suma alcanzan 7 mil 500 millones de dólares –cuyo fin está delimitado a la compra de vacunas o a mejorar sistemas de logística para lograr su distribución– prácticamente no han representado peso alguno en los procesos de inmunización de algunas de las economías con mayores niveles de pobreza en el mundo.
Burundi o República Democrática del Congo, donde los niveles de pobreza extrema alcanzan a más de 70 por ciento de los habitantes, los créditos para la adquisición de vacunas, y que el BM destaca, han alcanzado para aplicar dosis completas a 0.03 y 0.11 por ciento de la población, respectivamente. Según los datos más recientes de la plataforma Our Wolrd in Data, en Burundi –donde 71.7 por ciento de la población vive en pobreza extrema y no puede cubrir al menos la mitad de sus necesidades básicas, como la alimentación– apenas 3 mil 533 personas habían sido inmunizadas, esto en una país con 12 millones 255 mil 429 personas.
Los datos son similares en la República del Congo, donde 77.1 por ciento de la población se estima que vive en pobreza extrema y 105 mil 945habitantes, de 92 millones 377 mil 986, habían recibido esquema completo contra el Covid-19. En Chad –también parte de los países que han recibido algún financiamiento del BM en la coyuntura– la tasa de vacunación es de 0.48 por ciento.
Entre estas tres economías, el organismo bilateral entregó 298 millones 200 mil dólares en créditos para inmunizar a la población; la meta está por debajo de 1 por ciento.
Agrega que “trabaja en solidaridad con Covax, OMS, Unicef y otros socios” para apoyar a los países de menores ingresos. Entre las economías a las que ha dado créditos para vacunas, en 28 de ellas menos de 10 por ciento de la población está inmunizada, en ocho adicionales la inoculación se cuenta por debajo de 20 por ciento, mientras una nueva variante de coronavirus destaca los riesgos de este acceso desigual.
El propio BM lo resume así: poco más de 7 por ciento de las personas en los países de ingreso bajo han recibido una dosis de vacunas en comparación con más de 75 por ciento en los países de ingreso alto.