Nueva York. Un juez federal estadunidense rechazó un intento del príncipe Andrés para tratar de bloquear de inmediato el avance de una demanda presentada por una mujer que lo acusa de haberla agredido sexualmente cuando ella tenía 17 años —alegando que la agraviada ya no vive en Estados Unidos—, en momentos en que el lunes deberá comenzar la exposición de argumentos orales sobre la solicitud del príncipe de que se deseche la querella.
En una orden escrita presentada el viernes, el juez Lewis A. Kaplan dijo a los abogados del príncipe que deben entregar documentos de acuerdo con el calendario establecido en la demanda que Virginia Giuffre presentó en agosto.
Giuffre sostiene que el príncipe —el segundo hijo varón de la reina Isabel II de Gran Bretaña— abusó de ella en múltiples ocasiones en 2001, en una época en que también estaba siendo agredida sexualmente por el millonario Jeffrey Epstein. El abogado del príncipe, Andrew Brettler, dijo que la demanda es “infundada”.
Los abogados del príncipe habían afirmado que las pruebas de que Giuffre no reside en Estados Unidos eran tan sólidas que no tenía sentido intercambiar pruebas hasta que se resolviera esa cuestión, porque podría resultar en la desestimación de la demanda.
Alegaron que Giuffre ha radicado en Australia todos salvo dos de los últimos 19 años, tiene licencia de conducir australiana y vive en una casa de 1,9 millones de dólares en Perth, Australia Occidental, donde ha estado criando a tres hijos con su esposo, que es australiano.
En un comunicado, la abogada de Giuffre, Sigrid McCawley, dijo que la solicitud para frenar el caso era “sólo otro de una serie de los desgastados intentos del príncipe Andrés para eludir los méritos jurídicos del caso que Virginia Giuffre ha presentado contra él. Todas las partes en un litigio están sujetas a exhibir documentos solicitados y el príncipe Andrés no es la excepción”.
En su orden de una página, Kaplan subrayó que los abogados del príncipe han solicitado que Giuffre entregue materiales “extensos” para el 14 de enero, incluidos documentos relacionados con el lugar donde ella ha vivido y dijo que los abogados del príncipe aún no han planteado formalmente la defensa de que la demanda no puede proceder sobre la base de que Giuffre ha estado viviendo en Australia y no en Colorado, donde los abogados de ella dicen que es residente.
En la portada de una demanda entablada en septiembre de 2015, Giuffre dijo que su dirección está en Penrose, Colorado. En la portada de una demanda de abril de 2019, ella dijo que su dirección estaba en Palm Cove, Australia, y marcó una casilla como “ciudadano o súbdito de un país extranjero”. Sin embargo, en su demanda contra el príncipe, indicó que su dirección era Ocean Reef, Australia Occidental, pero marcó una casilla que decía “ciudadano de otro estado”.
El juez no manifestó opinión alguna en su orden sobre los méritos de las afirmaciones del príncipe de que no debería permitirse a Giuffre demandar porque vive en Australia.
Los argumentos orales por teleconferencia de video sobre la solicitud del príncipe de que el caso sea desechado están previstos para el lunes por la mañana.
En octubre, los abogados del príncipe buscaron que se desestimara la demanda por varios motivos, afirmando que Giuffre había hecho afirmaciones falsas contra el príncipe Andrés porque “nunca abusó ni agredió sexualmente” de ella.
“Giuffre ha iniciado esta demanda infundada contra el príncipe Andrés para lograr otro día de pago a sus expensas y a expensas de los más cercanos a él. El abuso cometido por Epstein contra Giuffre no justifica su campaña pública contra el príncipe Andrés”, según los argumentos escritos.
Epstein se suicidó en una cárcel federal de Manhattan en agosto de 2019 mientras esperaba ser enjuiciado por cargos de tráfico sexual.
Después de un juicio de un mes, su exnovia Ghislaine Maxwell, de 60 años, fue condenada el miércoles por cargos que incluyen tráfico sexual y asociación ilícita.
The Associated Press no suele identificar a las personas que dicen ser víctimas de agresión sexual a menos que decidan presentarse públicamente, como lo ha hecho Giuffre.