Boulder. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró ayer zona de desastre la parte del estado de Colorado devastada por los incendios forestales que destruyeron más de mil viviendas y han provocado la evacuación de decenas de miles de personas desde mediados de semana. El fuego ha arrasado ya más de 2 mil 400 hectáreas.
Con la declaración presidencial de desastre se liberó ayuda federal para complementar los esfuerzos de recuperación estatales y locales en las áreas afectadas por incendios forestales.
Al menos tres individuos continúan desaparecidos tras los incendios. El sheriff de Boulder, Joe Pelle, señaló el viernes que es un “milagro” que no hubiera muchas víctimas, dada la fuerza del siniestro y la rápida propagación de las llamas, que finalmente disminuyeron ayer debido a la caída de lluvia y nieve.
“Podríamos tener nuestro propio milagro de Año Nuevo en nuestras manos si se mantiene el saldo de que no hubo pérdida de vidas humanas”, manifestó el gobernador Jared Polis.
El incendio fue aparentemente causado por la caída de postes eléctricos sobre un suelo árido y las llamas fueron atizadas por ráfagas de viento de hasta 160 kilómetros por hora.
Estremecedoras imágenes aéreas mostraron calles casi convertidas en montones de cenizas humeantes, aunque a pesar de zonas con destrucción casi total quedaron algunas casas intactas debido la intervención de vientos encontrados y a que la nieve humedeció los materiales con los que están construidas. Pelle añadió que la búsqueda de desaparecidos ha sido obstaculizada por la propia destrucción y la nieve.
“Las estructuras donde podría haber personas están completamente destruidas y cubiertas por 20 centímetros de nieve”, explicó la autoridad.
Los investigadores no han encontrado pruebas creíbles que respalden los reportes de que cables eléctricos caídos pudieron ocasionar el incendio, mientras Pelle explicó que algunos habitantes pudieron confundirse con líneas de telecomunicaciones caídas.
Sin embargo, los agentes “hicieron una pesquisa en un sitio concreto” como parte de la investigación en curso que el sheriff describió como“muy activa” incluyendo apoyo de autoridades estatales y federales.
Tormentas causan inundaciones
En tanto, el gobernador del estado de Kentucky, Andy Beshear, declaró un estado de emergencia ayer debido a tormentas por un potencial tornado en Hopkinsville, que provocaron inundaciones repentinas, apagones y daños a propiedades.
Hasta el cierre de esta edición no había reportes de lesiones ni de fallecimientos. Las tormentas llegaron tan sólo tres semanas después de que una serie de tornados azotaran la región, dejando más de 90 muertos en cinco estados, incluyendo 77 en Kentucky.
Para la tarde de ayer había alerta por inundaciones para gran parte del estado. Porciones del este de su territorio, así como franjas de Tennessee, Arkansas, Luisiana, Misisipi y Alabama se encontraban bajo aviso de posibles tornados.
La oficina del gobernador de Kentucky reportó que inundaciones repentinas obligaron a efectuar rescates en el agua y a cerrar muchos caminos en el sur y el centro de la entidad.
El pronóstico del tiempo es que prevalecerán intensas lluvias en gran parte de Kentucky, seguidas por un frente frío que podría complicar las labores de los equipos de emergencia.