Concluyó 2021 y llegó la hora de un primer balance. El crecimiento de la economía mexicana estará cercano a 5.6 por ciento, insuficiente para remontar la contracción de 8.5 por ciento de 2020, y los principales motores perdieron impulso; la inflación rondará 7.10 por ciento, lo que genera inquietud respecto del desempeño de la demanda interna para este año, precisaron analistas económicos.
En México, el control de la pandemia y la recuperación de la actividad continúan a un ritmo moderado, pero persisten riesgos dado el lento avance del proceso de vacunación y la aparición de nuevas variantes.
Además, la economía se ha desacelerado en meses recientes y los problemas en cadenas de suministro y posibles episodios de volatilidad podrían afectar el dinamismo de la demanda externa.
Lucía Cárdenas, analista de Citibanamex, sostuvo que lo más preocupante es la perspectiva de la demanda interna. Por un lado, sostuvo, los ingresos de las familias siguen limitados por la debilidad del mercado laboral y los niveles elevados de inflación. Por otro lado, la inversión pública permanece baja, y el entorno para la inversión privada se ha deteriorado por las expectativas de un crecimiento modesto a mediano plazo y diversas acciones de política puestas en marcha por el gobierno federal.
Para 2022, el entorno seguirá presentando retos importantes por el menor crecimiento económico global, las presiones inflacionarias y la normalización de la política monetaria en Estados Unidos. No obstante, la necesidad de una mayor integración con Estados Unidos y Canadá es una oportunidad para generar mejores condiciones para impulsar el crecimiento y el empleo.
A partir del segundo semestre de 2020 comenzó un repunte en la inversión en maquinaria y equipo, no obstante, este componente comienza a estancarse antes de lograr la plena recuperación.
Para Félix Boni, director general de análisis económico de la calificadora HR Ratings, el crecimiento económico de 2022 rondaría 2.92 por ciento anual, con un riesgo principalmente a la baja. “No vemos una recuperación a los niveles prepandemia hasta el primer trimestre de 2023. A mediano plazo mantenemos la convergencia del PIB en 2 por ciento, lo que implica un deterioro frente al crecimiento tendencial anterior a 2019 de 2.7 por ciento”.
Los bancos centrales de grandes economías empiezan a retirar la batería de medidas puestas en marcha tras el estallido de las crisis, iniciativas de las que los mercados se muestran muy pendientes, un frente abierto con capacidad de incrementar la aversión al riesgo y las preocupaciones propias de la pandemia a raíz de la variante ómicron, describió Jorge Gordillo, director de Análisis Económico de CIBanco.
El tipo de cambio en México registrará una elevada volatilidad en 2022, pero a niveles de 18 o 19 pesos por dólar ya no regresará.