La Unión Europea (UE) elaboró un plan para etiquetar algunos proyectos de gas natural y energía nuclear como inversiones “verdes”, tras un año de batalla entre los gobiernos sobre cuales son realmente respetuosas con el clima.
Se espera que la Comisión Europea proponga en enero normas que decidan si los proyectos de gas y energía nuclear se incluirán en la “taxonomía financiera sostenible” de la UE.
Se trata de una lista de actividades económicas y los criterios medioambientales que deben cumplir para ser etiquetadas como inversiones verdes.
Al restringir la etiqueta “verde” a los proyectos verdaderamente respetuosos con el clima, el sistema pretende que esas inversiones sean más atractivas para el capital privado y acabar con el “ecoblanqueo”, en el que las empresas o los inversores exageran sus credenciales ecológicas.
Bruselas también ha hecho gestiones para aplicar el sistema a algunos fondos de la UE, lo que significa que las normas podrían decidir qué proyectos pueden optar a determinada financiación pública.
Un borrador de la propuesta de la Comisión, al que tuvo acceso Reuters, calificaría de ecológicas las inversiones en centrales nucleares si el proyecto cuenta con un plan, fondos y un emplazamiento para eliminar los residuos radiactivos de forma segura. Para ser consideradas verdes, las nuevas centrales nucleares deben recibir permisos de construcción antes de 2045.
Las inversiones en centrales de gas natural también se considerarían ecológicas si producen emisiones inferiores a 270 gramos de dióxido de carbono (CO₂) equivalente por kilovatio hora (kWh), sustituyen a una central de combustibles fósiles más contaminante y reciben un permiso de construcción antes del 31 de diciembre de 2030.
La generación de energía nuclear y gas se etiquetaría como verde por tratarse de actividades “de transición”, definidas como aquellas que no son totalmente sostenibles, pero que tienen emisiones inferiores a la media del sector y no encierran activos contaminantes.
Los países de la UE y un grupo de expertos examinarán el proyecto de propuesta, que podría cambiar antes de que se publique a fines de enero. Una vez publicado, podría ser vetado por la mayoría de los países de la UE o por el Parlamento Europeo.
Alemania cierra tres centrales nucleares
Alemania desconectó tres de sus últimas seis centrales nucleares para completar su retirada de la energía nuclear y centrarse en las renovables.
El gobierno decidió acelerar el abandono de la energía nuclear tras la fusión del reactor japonés de Fukushima en 2011, cuando un terremoto y un tsunami destruyeron la planta costera en el peor desastre nuclear del mundo desde Chernóbil en 1986.
Los reactores de Brokdorf, Grohnde y Gundremmingen C, gestionados por las empresas de servicios públicos E.ON y RWE, cerraron a última hora del viernes tras tres décadas y media de funcionamiento.
Las tres últimas centrales nucleares -Isar 2, Emsland y Neckarwestheim II- se apagarán a finales de 2022.
El abandono de una energía considerada limpia y barata por algunos es un paso irreversible para la mayor economía de Europa.
Las seis centrales nucleares contribuyeron a cerca de 12 por ciento de la producción de electricidad en Alemania en 2021, según cifras preliminares. La cuota de las energías renovables fue de casi 41 por ciento, el carbón generó algo menos de 28 por ciento y el gas alrededor de 15 por ciento.
Alemania pretende que las renovables cubran 80 por ciento de la demanda de electricidad en 2030 mediante la ampliación de las infraestructuras de energía eólica y solar.