Atlanta. Dan Reeves, quien ganó un Supertazón como jugador con los Vaqueros de Dallas, pero mejor conocido por su larga carrera como entrenador con cuatro apariciones en la disputa del Vince Lombardi al lado de los Broncos de Denver y Atlanta, falleció ayer a los 77 años.
Su familia publicó un comunicado a través del ex director de relación de medios de los Falcons, Aaron Salkin, indicando que Reeves murió de complicaciones por demencia; “pacíficamente y rodeado de sus seres queridos en su casa en Atlanta”.
Reeves fue un jugador clave para que los Cowboys se convirtieran en una potencia en la década de los 60 con Tom Landry, pero su propia trayectoria como entrenador –con tres equipos en 23 temporadas– es realmente donde dejó marca en la Liga.
Incluyendo un corto periodo con los Gigantes de Nueva York, Reeves consiguió 190 triunfos como entrenador –la novena mayor cantidad en la historia de la NFL. Pero nunca pudo ganar el duelo más importante y terminó con foja de 0-4 en el Supertazón.
En 1981 y con 37 años se convirtió en coach de los Broncos. Reeves construyó un equipo alrededor del mariscal John Elway que disputó tres Supertazones, alcanzó seis veces la postemporada y ganó cinco títulos de la División Oeste de la Conferencia Americana a lo largo de 12 años.
“El mundo del futbol perdió a un increíble entrenador y persona”, dijo Elway, quien dirige las operaciones deportivas de Denver. “Le debo mucho a él –fue instrumental en mi carrera y crecimiento como quarterback. Ganamos muchos partidos juntos”.
“Dan Reeves deja un extenso legado como jugador y entrenador”, destacó Arthur Blank, dueño de los Falcons, quien despidió a Reeves de su último trabajo en 2003. “Su récord de éxitos con Dallas, Denver, Nueva York y Atlanta a lo largo de varias décadas habla por sí solo”.