Con las seis elecciones de gobernador que habrá en 2022 prácticamente concluirá la reconformación del mapa electoral del país, a partir de los cambios en la correlación de fuerzas políticas ocurrida en 2018. Para los próximos comicios del domingo 5 junio, Acción Nacional es el partido cuya presencia actual se coloca más en riesgo, pues cuatro de las gubernaturas en juego están hoy bajo su control: Aguascalientes, Durango, Tamaulipas y Quintana Roo.
Para esos comicios estarán convocados a las urnas 11.5 millones de electores y donde de acuerdo con las pasadas elecciones de congreso local y ayuntamientos se perfilan cambios importantes en la conformación política a partir del saldo en las elecciones intermedias: Morena controla cuatro de los seis congresos locales y están bajo su administración cuatro capitales estatales.
En Aguascalientes sólo estará en disputa la gubernatura, que ha vivido bajo control casi absoluto del PAN: cuatro de los cinco últimos gobernadores emanaron de sus filas. Aunque de forma apretada, con 43 por ciento de votos frente a 40 del PRI, Martín Orozco recuperó para el blanquiazul la entidad en 2016.
La importancia de los congresos
Es de las pocas entidades donde el PAN mantiene el control del congreso local incluido en las elecciones del pasado 6 de junio, cuando obtuvo 12 diputaciones de mayoría relativa (de 18 en total) y una plurinominal, con una cómoda ventaja que duplicó la votación de Morena. El PAN gobierna las principales alcaldías: Aguascalientes (capital), Jesús María y Calvillo. El comportamiento electoral de Aguascalientes es una excepción, pues en el resto de las entidades el consistente avance de Morena lo ha colocado con grandes posibilidades para 2022.
Durango había sido una entidad históricamente gobernada por el PRI, hasta su derrota en 2016 con la postulación por el PAN, del ex priísta Jesús Rosas Aispuro. En esta ocasión en Durango se renueva la gubernatura y las alcaldías.
Actualmente, el congreso se mantiene muy dividido: ocho diputados del PRI, siete de Morena y seis del PAN. En cuanto a las alcaldías estos partidos también se reparten las principales: Durango (capital), para el PAN; Gómez Palacio, Morena y Lerdo, el PRI.
Caracterizado en los años recientes por una confrontación con el gobierno federal, en Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca concluye en 2022 su gestión con un sostenido avance de Morena que en junio pasado le arrebató el congreso al obtener 18 de los 36 diputados. En paralelo, obtuvo las alcaldías de Ciudad Victoria, Ciudad Madero, Reynosa y Nuevo Laredo, acentuando el retroceso electoral del panismo que obtuvo 13 diputaciones y sólo gobierna Altamira y Tampico.
Hidalgo es hoy una de las tres entidades en el país que sólo han tenido gobernadores priístas, aunque los resultados electorales a partir de 2018 anticipan la posibilidad del fin de una era. Sólo se renovará la gubernatura, pues en 2021 se eligieron alcaldes y diputados locales, confirmando que, desde 2018, el gobernador Omar Fayad tuvo minoría en el Congreso local, pues en la elección de 2021, la coalición Juntos Hacemos Historia ratificó su mayoría.
En Oaxaca, aún bajo control priísta, con Alejandro Murat, el avance de Morena en alcaldías y el congreso local en estos seis años lo ha consolidado como primera fuerza política. En los comicios de junio, con más de 41 por ciento de votos Morena ganó 23 de las 42 diputaciones locales, un comportamiento similar al de los comicios de 2021. Ese partido gobierna la capital por lo que se posiciona hacia los comicios de 2022.
En Quintana Roo se disputará la gubernatura (actualmente con un gobierno del PAN-PRD, con Carlos Manuel Joaquín González) y el congreso local que se encuentra bajo control de Morena que ha tenido un crecimiento electoral sostenido desde 2016. En aquella ocasión, sólo obtuvo 11 por ciento de los votos, pero en los comicios intermedios obtuvo la mayoría en el congreso local y en 2021, Morena ganó siete de los 11 ayuntamientos, incluidos la capital Othón P. Blanco (Chetumal) y Benito Juárez (Cancún).