A pesar de que América Latina y el Caribe permanece como la región más desigual del planeta, quienes cursan educación superior consideran que su formación universitaria debe centrarse en lograr el cambio social y en generar sociedades más igualitarias.

La encuesta Caminos hacia 2050 y más allá: resultados de una consulta pública sobre los futuros de la educación superior, aplicada en 97 naciones, entre ellas México, señala que el acceso equitativo a la universidad y la búsqueda de una formación al servicio de la sociedad debe ser prioridad, al igual que su orientación hacia una educación superior que fortalezca valores de ciudadanía y paz.

Cinco llamados a la acción

El informe, presentado por el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc), de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, hace cinco llamados a la acción a las comunidades universitarias y sus sociedades. El primero de ellos es defender el derecho a la educación superior.

Agrega que la confianza depositada en la educación superior, ya sea en la formación de ciudadanos responsables, como fuente de información fiable o generadora de nuevos conocimientos, debe ser difundida ampliamente.

Otro llamado es a abatir todas las barreras que impidan la participación en la formación universitaria, tras subrayar que todos los niveles educativos se consideran un derecho universal. La organización multinacional convoca a abrir el conocimiento para toda la población y no sólo para quienes lo producen.

Lo anterior, señala, podría ser mediante la “traducción a diferentes idiomas, la publicación en revistas de acceso abierto, la promoción de la ciencia abierta, mayor colaboración internacional, la puesta a disposición gratuita de los contenidos de los cursos o el uso de la tecnología para involucrar a personas de diferentes regiones”.

El llamado también es a empoderar a las nuevas generaciones y a esforzarse por que la educación superior sea más relevante. Subraya que es necesario reforzar la transferencia de conocimientos de lo que se aprende en la educación superior a lo que se practica a escalas local, nacional y mundial.