Transcurrió cerca de un año para que la música sonara de nuevo en vivo y con público en México. La pandemia paralizó casi todas las actividades presenciales en los recintos de concierto en 2020 y los primeros cuatro meses de 2021.
El formato digital se encumbró como la gran alternativa, para dar paso de manera gradual, sobre todo a partir del segundo semestre, a la modalidad virtual y presencial, dentro de la cual destaca la programación del 49 Festival Internacional Cervantino, efectuado del 13 al 31 de octubre.
Fue hasta el 21 de mayo que la sala principal del Palacio de Bellas Artes, el escenario cultural del país más importante, reabrió sus puertas al arte sonoro con una gala en homenaje Giuseppe Verdi por su 120 aniversario luctuoso, a cargo de Solistas Ensamble de Bellas Artes. En octubre de 2020 se había anunciado su reapertura, pero de último momento se determinó hacer la presentación sólo vía streaming.
Réquiem en México
Este 2021, el 4 de noviembre, la música nacional se enluteció con la muerte, a los 78 años, de Mario Lavista, una de las figuras de la cultura mexicana contemporánea más importantes. Alumno de Carlos Chávez, fue también editor y docente, formador de la mayor parte de los compositores nacionales de las siguientes generaciones. Recibió ese mismo día un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes.
Este año, México también perdió a la pianista Luz María Puente, una de las intérpretes de su generación más notables y docente por más de medio siglo, quien falleció el 23 de febrero a los 97 años. Ese mes, el 18, murió a los 51 años la soprano Violeta Dávalos, y el 11 de enero el tenor Rubén Cosme Burgos, mientras el 24 de febrero, el musicólogo, crítico y promotor cultural Luis Esteban Pérez Pantoja, y el 19 de noviembre, el crítico musical Raúl Díaz.
Ofunam, rencuentro con el público
Éste no fue un año de cancelaciones por la pandemia. De entre las pocas actividades que se suspendieron por esa razón, está el 38 Festival Alfonso Ortiz Tirado, encuentro internacional de ópera que, desde 1984, se realiza en enero en Álamos, Sonora.
En una inercia de 2020, en los primeros cuatro meses de este año la modalidad virtual se erigió como alternativa para que la música no dejara de sonar en el incierto panorama provocado por el Covid-19.
Es el caso de la Sinfónica de Minería, que del 30 de abril al 2 de mayo transmitió desde el Auditorio Nacional el Gran carnaval sinfónico, dirigido al público infantil. Del 3 de julio al 15 de agosto, esa orquesta retomó su tradicional Temporada de Verano, interrumpida el año pasado por la contingencia sanitaria. Fue un ciclo de siete conciertos, todos virtuales.
Otro ejemplo es la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam), que en abril estrenó en YouTube una “versión especial” del Danzón 2, “más compacta y efectiva”, realizada por su autor, Arturo Márquez.
En mayo, empezó la serie Gente de música, retos y rituales, con una cápsula cada domingo; algunas alcanzaron hasta 40 mil reproducciones.
Tras estar suspendidas desde marzo de 2020, la Ofunam reanudó sus actuaciones presenciales en la sala Nezahualcóyotl el 30 de octubre, como parte de su Temporada de Otoño, que concluyó el 5 de diciembre. Fue un concierto en homenaje a las víctimas del Covid-19. Otras orquestas del país hicieron lo mismo por esas fechas, como la Sinfónica de Xalapa.
En el ámbito lírico, la Compañía Nacional de Ópera regresó a la presencialidad con dos conciertos en el Palacio de Bellas Artes, el 4 y el 11 de julio, y con un montaje, a finales de septiembre, con cuatro funciones de Montezuma, del alemán Carl Heinrich Graun. Fue la primera producción operística en aquel recinto desde marzo de 2020.
También en ese género, el 23 de julio se hizo el estreno nacional de I Capuleti e i Montecchi, de Vicenzo Bellini, en Monterrey, a cargo del México Ópera Studio. El 10 y el 12 de septiembre, Solistas Ensamble del Inbal presentó funciones de El rey poeta, ópera del mexicano Gustavo E. Campa que sólo se había tocado una vez en el país, hace 120 años.
A más de 170 años de haber sido escrita, el aria para soprano Eccomi al fine, de la ópera Leonora, del mexicano Luis Baca (Durango, 1824-1853), fue estrenada el primero de julio dentro de los festejos del 155 aniversario del Conservatorio Nacional de Música, en sesión virtual.
Como parte de un rescate musicológico, los investigadores Israel Cruz Olalde y Yael Bitrán concluyeron en junio le edición crítica de la primera sinfonía escrita en México, obra del austriaco Leopold J. Langwara dedicada al emperador Maximiliano de Habsburgo. Esta pieza fue descubierta a finales del siglo XX por el musicólogo Karl Bellinghausen (1954-2017), quien dedicó los últimos 20 años de su vida al intento de resucitarla.
A lo largo de estos 12 meses se celebraron los 70 años de la compositora Marcela Rodríguez, el 18 de abril; los 75 del también compositor Federico Ibarra, el 25 de julio; los 25 del debut del barítono Alfredo Daza, y los 25 de Onix Ensamble, entre otras efemérides.
También se dieron varias buenas nuevas, como el regreso a escenarios nacionales de Javier Camarena en septiembre, tras año y medio de ausencia. El tenor mexicano fue reconocido en mayo por la organización International Opera Awards como el mejor cantante masculino en 2021.
En julio, la compositora Gabriela Ortiz se convirtió en el segundo músico mexicano en recibir un encargo de obra para la Orquesta Filarmónica de Nueva York, que tendrá su estreno mundial en marzo de 2022, en un ciclo dirigido por Gustavo Dudamel. El otro fue Carlos Chávez.
En mayo, el tenor tenor David Lomelí fue nombrado director artístico de la Ópera de Santa Fe, en Nuevo México, una de las compañías más grandes de Estados Unidos.