Durante el año que termina fue constante la venta de patrimonio arqueológico de México, principalmente en Francia, ante los intentos infructuosos de la administración federal mexicana contra esas subastas como primer paso para la restitución de piezas prehispánicas.
Este diario ha reportado múltiples pujas en 2021, con resultados millonarios, de piezas artísticas creadas por culturas asentadas en el territorio que en la actualidad integra México, con escasa respuesta de las casas subastadoras sobre su origen y el pedido de suspenderlas.
En París, las principales ventas de patrimonio arqueológico mexicano sumaron casi 5 millones de euros (más de 116 millones de pesos). El detalle minucioso de las subastas es demasiado extenso para consignarlo en su totalidad.
En el año que transcurrió cobró relevancia la categoría de “piezas de reciente manufactura” para algunos de los objetos mesoamericanos, que se puede traducir como que son falsas. Haciendo la inferencia a partir de dictámenes del INAH, en poder de La Jornada, sobre los objetos ofertados en algunas de las pujas, el porcentaje de piezas no originales está entre 10 y 30 por ciento.
El historiador y arqueólogo Daniel Salinas Córdova dijo a La Jornada que “es necesario hacer ver que, además de comercializar inmoralmente con patrimonio mesoamericano, las casas de subastas ofrecen piezas las cuales, a ojos de los principales especialistas al respecto, son falsas”.
Una de las ventas destacadas fue la que realizó la sede de Christie’s en París el 9 de febrero, por la que también se presentaron denuncias penales en México. Aun así se realizó. Por las más de 20 piezas relacionadas con nuestro país se reunieron más de dos y medio millones de euros. El precio más alto fue de una estatua de la diosa Cihuatéotl, que obtuvo 500 mil euros (unos 12.1 millones pesos).
En contraste con el dominio del mercado parisino, en Estados Unidos Sotheby’s realizó otra venta en mayo, cuya pieza mexicana mejor apreciada fue un hacha de piedra maya, por la que se pagaron más de 7 millones de pesos).
En septiembre, la empresa Gerhard Hirsch Nachfolger, de Múnich, desarrolló una puja con piezas mexicanas, que valió la protesta de nueve países latinoamericanos. Por las 67 piezas mexicanas sólo se recaudaron 66 mil euros (cerca de un millón y medio de pesos mexicanos).
En París, el 2 de noviembre se realizó una venta de la Sociedad Artcurial, y ocho días después, una más de Christie’s, por las que México protestó. La primera obtuvo más de 51 mil euros por las piezas mexicanas. La segunda alcanzó más de 2 millones de euros por obras del mismo origen.
Para estas fechas, la Secretaría de Cultura federal lanzó la campaña “Mi patrimonio no se vende”, a la par de las constantes solicitudes a las empresas subastadoras de detener las ventas de piezas mexicanas.
Ese mismo mes, este diario reportó que la francesa Vermot & Associés puso en oferta un objeto que describió como proveniente de “diplomático mexicano en Mónaco” en una pequeña subasta. Según fuentes cercanas al caso, ese lote es de reciente manufactura.
A los pocos días de esa noticia, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió una carta para advertir a los servidores públicos federales que se castigará conforme a la ley a cualquiera que dañe, descuide, sustraiga o venda cualquier bien nacional, “como ha sucedido recientemente, por ejemplificar, que casas subastadoras particulares de México y el extranjero rematen nuestro patrimonio”.
En la misiva se informó que el Ejecutivo publicará un decreto “para especificar los ordenamientos jurídicos que se violan cuando se actúa de manera deshonesta en este y otros casos”.
Las rematadoras francesas guardaron silencio ante los llamados mexicanos a la suspensión de las ventas. La posición de éstas se puede ver en la opinión de Henri Paul, presidente del Consejo de Ventas Voluntarias francés: es “ilegal y contraproducente” esa demanda.
El titular de la autoridad reguladora de las ventas voluntarias en subasta de Francia agregó en entrevista publicada por el rotativo francés Le Figaro: “Lo que estos países quieren es simplemente impedir las transacciones en las ventas públicas y congelar el mercado”.
Las ventas de arte precolombino continuarán en París con la llamada Artes primeras, que realizará Millon y Asociados el 28 de enero de 2022.