Sin excepción, los cárteles mexicanos están abandonando el cultivo y tráfico de mariguana y de goma de opio. Están enfocados en la producción de drogas sintéticas y el comercio de sustancias mezcladas con fentanilo, señalan reportes de inteligencia del gobierno federal.
Autoridades que participan en el gabinete de seguridad indicaron que lo que fue el gran negocio de los hermanos Amezcua Contreras en los primeros años de este siglo, el tráfico y comercialización de las drogas sintéticas, se ha transformado en el producto que ahora involucra a todas las grandes organizaciones mexicanas: los cárteles de Sinaloa (con sus dos facciones, una de ellas dirigida por los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y la otra por Ismael El Mayo Zambada), Jalisco Nueva Generación (CJNG), del Golfo, Los Zetas, Noreste (Zacatecas, Durango, Coahuila, Tamaulipas), Caborca (Sonora, Chihuahua y Sinaloa), La Familia Michoacana, Cárteles Unidos (en Michoacán).
Metanfetaminas
La primera organización dedicada a la producción y distribución de drogas sintéticas surgió a finales de la década de los 80 del siglo XX, y comenzó como un grupo que trasladaba cocaína colombiana a Estados Unidos. Sin embargo en los años 90 fue identificado como el Cártel de Colima. Los líderes eran los hermanos Jesús, Luis y Adán Amezcua Contreras, las autoridades los identificaban como Los Reyes de las Metanfetaminas. Su organización fue desarticulada entre 1997 y 2002.
Los puertos de Lázaro Cárdenas en Michoacán, y el de Manzanillo, en Colima, eran sus puntos de entrada para los precursores químicos y de salida para el traslado de sus drogas a Estados Unidos.
Al paso del tiempo, según los reportes oficiales, ambos puertos aduaneros se convirtieron en centro de operaciones de los cárteles La Familia Michoacana y el de Sinaloa. Los primeros se asociaron con el cártel del Golfo (antes de que se dividiera y surgieran Los Zetas). El segundo mantuvo sus operaciones más concentradas en el trasiego de cocaína colombiana.
Sin embargo, hasta 2006, aunque anualmente se destruían decenas de laboratorios de drogas sintéticas en diversas zonas de Sinaloa, Michoacán, Durango, Chihuahua y Guerrero, no se conocía un personaje que manejara el tráfico de seudoefedrina en México y que distribuyera precursores químicos para todos los grupos delictivos.
En 2006, la entonces Procuraduría General de la República (PGR), decomisó más de 19 toneladas de seudoefedrina en la aduana de Lázaro Cárdenas. Ello llevó al aseguramiento de más de 215 millones de dólares en una residencia de Las Lomas de Chapultepec, y a descubrir que el ciudadano mexicano de origen chino Zhenli Ye Gon era el mayor traficante de estas sustancias en el país.
En 2018 el consumo de drogas sintéticas como crystal, crak y meta comenzó a ser sustituido por fentanilo, una sustancia cien veces más potente que la heroína, y en Estados Unidos se han registrado más de 26 mil muertes por sobredosis relacionadas con el consumo de drogas elaboradas o alteradas con este opioide sintético.
Al respecto, las autoridades federales señalan que los cárteles de Sinaloa y CJNG son las dos organizaciones con mayor presencia y poder en el país y también son quienes controlan el contrbando de esta sustancia al país, la producción de drogas con fentanilo y su envío a territorio estadunidense.