Moscú. Jan Raczynski, director del grupo ruso de derechos humanos Memorial Internacional, aseveró ayer que tanto él como sus colegas encontrarán la forma de continuar con su trabajo, a pesar de las dos sentencias judiciales que les ordenan cerrar. “No es fácil derrotar la memoria de abuelos y bisabuelos”, sostuvo.
El martes, el Tribunal Supremo ordenó el cierre de Memorial Internacional, el grupo de derechos humanos más antiguo de Rusia, so pena de ser considerado “agente extranjero” contrario a los intereses de Moscú, y ayer otro tribunal hizo lo mismo con el Centro de Derechos Humanos de Memorial, que proporciona ayuda legal a las víctimas de abusos y recopila una lista de presos políticos. La sentencia puso fin a un año de represión de la disidencia que no se había visto desde la época soviética.
La organización fue incluida en el registro de las ONG que ejercen las funciones de “agente extranjero” en julio de 2014, según el Ministerio de Justicia de Rusia. En 2015 y 2016 también fueron añadidas a la lista varias organizaciones regionales de Memorial y la asociación Memorial Internacional con sede en Moscú.
Una de las más antiguas redes de asociaciones defensoras de los derechos humanos en Rusia, Memorial, se ha negado a etiquetarse como “agente extranjero” alegando que la ley correspondiente es un instrumento de represión y debe abolirse.
Raczynski, declaró a Reuters en una entrevista, que se encontrará la manera de seguir documentando los crímenes de la era soviética, como el “gran terror” de Josef Stalin, así como los abusos de hoy día.
“Los crímenes de la era soviética son asunto que afecta a millones de conciudadanos, así que, de una forma u otra, la gente hará este trabajo”.
Los críticos dicen que el asalto legal a Memorial es un intento por encubrir los capítulos más oscuros de la Unión Soviética, que no encajan con la narrativa del Kremlin que enaltece esa era.
Raczynski aseguró que “nadie piensa renunciar. Algunos tendrán que buscar otro trabajo si las cosas van realmente mal, porque tienen que alimentar a sus familias. Pero tenemos la intención de seguir con todo este trabajo porque la sociedad lo necesita”.
“Lamentamos profundamente la decisión de la Corte Suprema de cerrar Memorial Internacional, y del tribunal de Moscú de cerrar a su organización hermana, el Centro de Derechos Humanos”, expresó una vocera de la Organización de Naciones Unidas.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, escribió en Twitter: “Condeno la decisión de la Corte Suprema de Rusia de liquidar la ONG de derechos humanos Memorial, que fue fundada por Andréi Séjarov y recibió el Premio Sájarov del Parlamento Europeo en 2009”.
Diversas instituciones y ONG internacionales, entre ellas el Consejo de Europa, Human Rights Watch y Amnistía Internacional, han alertado en las últimas semanas acerca de que el cierre de Memorial asestaría a la sociedad civil de Rusia un golpe demoledor.
Dos premios Nobel de la Paz rusos, el ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov (1990) y el redactor jefe de Novaya Gazeta, Dmitri Muratov, instaron a la fiscalía general a retirar su demanda contra Memorial y resolver sus reclamaciones por la vía extrajudicial.
En su llamado, Gorbachov y Muratov señalan que la actividad de esta ONG se ha centrado durante décadas en recuperar la memoria de cientos de miles de represaliados durante la era de Stalin e impedir que haya tragedias similares en el futuro.