Con un costo ya cercano a los 100 mil millones de pesos, el Tren Interurbano México-Toluca no está próximo a su conclusión. Datos oficiales muestran que la obra heredada del gobierno de Enrique Peña Nieto acumula un avance físico de 76.24 por ciento, incluso por debajo de lo reportado en diciembre de 2018.
Las diversas modificaciones que ha requerido su trazo, y el pantano en que se atascó la liberación de derecho de vía en algunos tramos, han hecho que los costos de la obra a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) sigan disparándose prácticamente en 23 millones 202 mil pesos por día.
Hasta los datos más recientes del Informe de Finanzas, a cargo de Hacienda, el Tren Interurbano México-Toluca implica una inversión de 99 mil 909 millones de pesos, no sólo 160 por ciento más cara que cuando se inició, sino también 17.6 por ciento más que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, cuya entrega está prevista para marzo del próximo año.
Hasta septiembre de 2021, el proyecto del tren interurbano logró un avance físico, es decir, obra ya concluida, de 76.24 por ciento, por debajo del 84 por ciento reportado en el mismo mes de 2018, y del 86 por ciento de diciembre de ese mismo año.
A la fecha, el Tren Interurbano México-Toluca no sólo es un lastre de la pasada administración –que prometió su entrega para 2017–, también el gobierno actual ha dicho y desdicho diversas rutas para concluir la obra; desde ampliaciones presupuestales, hasta considerar que la terminen privados mediante una concesión.
El proyecto en sí implica transportar a 230 mil pasajeros diarios entre la Ciudad de México y Toluca, la capital del estado con mayor población en el país, por lo que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha decidido concluirla, a diferencia del aeropuerto que se levantaba en Texcoco, e incluso se anunció el inicio de su operación para septiembre de 2023.
Sin embargo, su retraso ya resulta en una pérdida multimillonaria, pues demanda gasto para el mantenimiento de infraestructura que no genera retorno. De acuerdo con cálculos de la Auditoría Superior de la Federación, 18 mil 59 millones de pesos se habrán perdido si el tren opera a partir del próximo año, lo cual no sucederá. Pero de postergarse dicho arranque a 2024, la merma alcanzaría 37 mil 740.3 millones de pesos.
Por lo pronto, desde el 7 de julio de 2014 en que se inició la construcción del Interurbano con un estimado de 38 mil 608 millones de pesos, hasta septiembre de 2021, cuando se actualizó su costo a 99 mil 909 millones de pesos, la única obra emblema que se recuperó del gobierno de Peña Nieto ha representado un gasto/pérdida de 23 millones 202 mil pesos diarios.